sábado, 31 de marzo de 2012

REGALO

Te he traído un sable
como un día largo:
su estuche es de oro;
su filo, plateado.

Puedes ser Arturo
el gran rey britano
con su espada fuego
que Merlín le ha dado.

Si quieres, Iskander,
-el magno Alejandro-
quien llegó hasta Persia
en su fiel caballo.

Te quiero Bebé
y que tu regalo
sea para quienes
juegan a tu lado.

Y el sable te crece
en todas las manos,
volviéndote príncipe
aunque estés descalzo.
 .

1 comentario:

La noche en el bolsillo dijo...

Este poema se lo escribí a mi hijo, siendo pequeño, un dia que le compré un sable de juguete y él andaba disfrazado de zorro, con su flamante espada plástica.

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