lunes, 6 de julio de 2020

ANIVERSARIO DE WICHY NOGUERAS Y SU ENTRADA DEFINITIVA EN LA POESIA

Neyda Izquierdo y el poeta

Un aniversario más de la entrada definitiva de Wichy Nogueras al reino de la poesía, una dimensión extrañamente humana. Neyda ha recordado y publicado este poema de Retamar.
Pero esta entrada del blog tiene a muchos poetas hoy: Retamar, Wichy, Casaus, Vallejo, Rimbaud, Aragón, Jules Renard... resulta que la poesía, parafraseando al bardo peruano, estará siempre llena de mundo.

POEMA DEDICADO A WICHY NOGUERAS
NOSOTROS, LOS SOBREVIVIENTES
Roberto Fernández Retamar

Que antes fue el título de una buena novela tuya,
Y antes aún un verso mío que tú generosamente
[ propagaste,
Ahora es de nuevo una lacerante perplejidad
Ante tu última broma, tu desaparición
Que nos priva del elfo de pelo rojo de nuestras letras,
Del Cabeza de Zanahoria real, no el de Jules Renard
(¡Cómo te gustaban las citas verdaderas, y todavía
más las apócrifas,
Quizá anticipando sin saberlo este momento
En que no estamos seguros de si tu muerte es
[ verdadera
o apócrifa!)
Se te veía caminar ligero, ocultando una cerbatana
Traviesa
Cuyos dardos no nos dejaban dormir ni despertar
[ en paz.
Y nos habías matado varias veces,
Y cada uno de nosotros conserva, con risa
[ o perdonada
molestia,
El epitafio que nos tenías destinado
El mío siempre me dio alegría, y no resisto
[ la tentación
de evocarlo:
“Caminante: aquí yace Roberto
(Por supuesto, Fernández Retamar).
Caminante: ¿por qué temes pasar?
(Te juro por mi madre que está muerto)”.
Esperaba que ese epitafio, escrito en el fondo de una
caja de tabacos, lo echaran
En la bahía de La Habana, con mis cenizas dentro.
Pero el caso es que tú no asistirás a esa grotesca
[ ceremonia,
La cual seguramente te hubiera provocado alguna
nueva cuchufleta.
Te dije, cuando tu muerte parecía inconcebible,
aunque estabas enfermo,
Que un día comprendí, pensando en tus primeros
y ya felices poemas
(Algunos de los cuales tuve la dicha de publicar en Casa),
En escuelas militares y cortes de caña compartidos,
en publicaciones y abrazos y viajes y
discusiones y cartas y llamadas,
Cómo formabas parte de mi vida, gnomo, flautista.
Y ahora resulta que en pleno florecimiento
(los griegos lo llaman acmé: buena cita,
¿eh?), te vas,
Y nos sorprendes, y nos estropeas la partida, y nos llenas de lágrimas
Después de habernos llenado de carcajadas
[ y esperanzas
y cumplimientos.
¿Verdad que vas a regresar? ¿No deben servir para
eso las quince mil vidas del caminante?
Sólo te pedimos una más, y que la uses hasta el final.
Y pueda volver a decir: “Nogueras, Luis Rogelio”,
y en el fondo del aula
Se oiga otra vez una delicada sonrisa, y luego un
silencio punzó, y luego: “Presente”.
De Hacia la nueva, Ediciones Unión, 1989, pp. 39-40


El entierro del poeta
A Víctor Casaus
Dijo de los enterradores cosas francamente
……….impublicables.
Blasfemaba como un condenado
y a sus pies un par de águilas lloraban pensando
……….en las derrotas.
En el entierro estaba Lautréamont,
yo lo vi desde mi puesto en la cola:
dejaba el sombrero al borde de la tumba
y cantaba algo triste y oscuro
(lloraba honradamente, ya lo creo, y los
……….caballos devoraban higos en silencio).
Hubo discursos,
sonrisitas de Rimbaud junto a la cruz,
paraguas abiertos a la lluvia como
a él le hubiera gustado.
Hubo más:
hubo viernes y
canciones funerarias,
palomas que volaban sin sentido, como niños,
versos oscuros,
la hermosa voz de Aragón,
suicidios deportivos de Georgette y nunca más
……….y hasta siempre.
A la hora más triste del asunto
no quería bajar porque decía que allí estaba
……….oscuro.
Pero estaba muerto y hubo que bajarlo.
Los sombreros abandonaron las cabezas,
se alzaron copas, adioses, letreros de nunca te
……….olvidamos.
(Un joven poeta a mi derecha le mesaba las
……….rodillas a la muerte).
Lo bajaron.
Se aplaudió en forma delirante;
la gente corría como loca asumiendo lo grave
……….del momento.
Lo bajaban.
Las mujeres lloraban en silencio
porque bajaban las águilas, los sueños, países
……….enteros a la tierra.
Se intentó una última sentencia:
Nerval se acercó con una tiza y escribió con
……….letra temblorosa:
Su cadáver estaba lleno de mundo.
Desde el fondo, Vallejo sonreía sin descanso
……….pensando en el futuro,
mientras una piedra inmensa le tapaba el
……….corazón y los papeles.

jueves, 2 de julio de 2020

CENTENARIO DE VIDA DE ELISEO DIEGO: GRACIAS POR EL TIEMPO Y LA POESÍA


Hoy hace cien años que nació Eliseo Diego en la ciudad de La Habana, Cuba, país donde nació y creó su obra. 
Pudiéramos decir que es un poeta, o narrador, ensayista... que hizo traducciones, versiones y adaptaciones de clásicos de la literatura infantil como Hans Christian Andersen o los hermanos Grimm; que fue un pedagogo, promotor incansable de la literatura y pensador profundo. Una parte importante de sus lectores y críticos lo ven, fundamentalmente, como miembro del grupo Orígenes, ya que fue fundador de la revista de poesía alrededor de la cual se reunieron importantes poetas cubanos.
Pero la vida y la obra de Eliseo va mucho más allá de su escritura. A él los más chicos le deben en Cuba el trabajo fundacional de la Sala Infantil y Juvenil de la Biblioteca Nacional, la Editora Juvenil (que se convertiría luego en Gente Nueva) y la revista de teoría y crítica literaria En julio como en enero.
Como parte de una investigación de Metodología de la Investigación Social que pretendía establecer las causas de la escasa literatura cubana para niños lo entrevisté. Me concedió la entrevista de una vez, en la UNEAC. Recuerdo su pipa, medio apagada de la cual salía un ligero humo de vez en cuando y sus ojos entrecerrados al hablar de los proyectos, como el de la revista que aún no había salido. Y fue como asistir a una sesión de duermevela en la que se me revelaban los sueños de un alma niña, curiosa e inquieta por hacer realidad las quimeras.
Hubo otros encuentros, asistí a charlas o presentaciones de sus libros y la lectura inevitable de su obra. Su cultura era monumental y callada: jamás alardeó de ella. Brotaba en sus palabras, en su escritura, muy suavemente y casi sin querer. Su obra es amplia y abarcadora: poesía, ensayos, libros de cuentos. Para los más pequeños escribió Soñar despierto, además de todo su trabajo para que pudieran conocer lo mejor de la literatura universal a través de los mejores autores.
Gracias, Eliseo, por legarnos todo tu tiempo de hombre grande y humilde. Feliz centenario para ti, que elegiste quedarte con nosotros.
Para mí siempre ha sido un poema especial su Testamento. Por eso, a cien años de haber llegado a este mundo, lo recuerdo leyéndolo y compartiendo, como su credo y último deseo.

Testamento

Habiendo llegado al tiempo en que
la penumbra ya no me consuela más
y me apocan los presagios pequeños;
habiendo llegado a este tiempo;
y como las heces del café
abren de pronto ahora para mí
sus redondas bocas amargas;
habiendo llegado a este tiempo;
y perdida ya toda esperanza de
algún merecido ascenso, de
ver el manar sereno de la sombra;
y no poseyendo más que este tiempo;
no poseyendo más, en fin,
que mi memoria de las noches y
su vibrante delicadeza enorme;
no poseyendo más
entre cielo y tierra que
mi memoria, que este tiempo;
decido hacer mi testamento.
Es este:
les dejo
el tiempo, todo el tiempo.



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