viernes, 23 de diciembre de 2022

LA NAVIDAD Y LA ESPERANZA


diariofemenino.com


Cada Navidad llega a nosotros con la esperanza de que celebraremos el nacimiento de Jesús en familia y se anuncia un año nuevo que en breves días, augurará prosperidad, armonía, paz y amor.
En el mundo hay muchos que sufren en este momento: por la guerra, por la injusticia, por la pobreza y el hambre.

En estos días recuerdo a la vendedora de fósforos de Andersen y pienso que pudiera estar cumpliéndose en algún lugar de nuestro planeta. ¿Qué hacer entonces? Todo camino empieza siempre por el primer paso: por hacer bien nuestro trabajo, ser humildes y no ostentadores, aliviar la pena ajena en lo que esté a nuestro alcance, trabajar y soñar con un futuro de igualdad y verdadera paz.

Deposito mi fe en la inocencia del corazón y la bondad: lo que hemos hecho de bueno y hagamos, el universo nos lo retribuirá.

Si entregamos amor, lo recibiremos; si actuamos honestamente, todo será luminoso en nuestras vidas, y si sonreímos, el mundo entero nos sonreirá.

Que la Navidad sea la ocasión para hacer el bien y alentemos la belleza de los sentimientos por encima de la materialidad que a veces nuestro entorno impone.

Soñemos con las estrellas y ellas bajarán, una a una, para alumbrar nuestro camino. Y que ese camino sea de paz y hermandad entre los seres humanos.

Feliz Navidad. Que el nacimiento de Jesús sea el nacimiento de la vida siempre. Que el año nuevo nos sorprenda con el corazón lleno de sueños y la mirada radiante de luz. 

miércoles, 21 de diciembre de 2022

EL SOLSTICIO DE INVIERNO DE 2022

Solsticio de invierno en Stonehenge
https://blogger.googleusercontent.com

Hoy es el solsticio de invierno en el hemisferio norte y por consiguiente, el de verano en el sur. La paradoja nos ilustra que nuestro universo no es idéntico ni siquiera en los sucesos naturales. 

Pero aunque es el inicio del invierno formalmente según la naturaleza, los países del hemisferio no lo reciben igual. En el Caribe, las temperaturas son de verano, aunque las madrugadas son ligeramente más frescas. Igual sucede en África y otros países tropicales del hemisferio norte, mientras que en Norteamérica, la Europa y el Asia situada más al norte, hay temperaturas muy bajas y en muchos de los lugares, nieva.

A partir de hoy, los días serán más cortos y las noches más largas, hasta que retorne la primavera. Precisamente esta noche, del miércoles 21, será la noche más larga.

¿Qué es el solsticio de invierno? Es una alineación astronómica que ocurre porque el eje de rotación de la Tierra está inclinado a unos 23.4 grados respecto a la órbita terrestre alrededor del Sol.  Durante el solsticio de invierno del hemisferio norte, el Sol aparece directamente sobre el trópico de Capricornio, el reflejo meridional del trópico de Cáncer. Según Wikipedia:
El solsticio de invierno (el término solsticio proviene del latín sol ["Sol"] y sistere ["permanecer quieto"]; también, solsticio hiemal12​) corresponde al instante en que la posición del Sol en el cielo se encuentra a la mayor distancia angular negativa del ecuador celeste.
En las diferentes religiones y mitología el invierno tiene sus propios mitos. En la griega, la diosa Deméter (diosa de la agricultura y la naturaleza) era madre de Perséfone, una joven de gran belleza, de quien se enamoró Hades, el monarca del inframundo, por lo cual le pidió a Zeus, dios de dioses, que le permitiera hacerla su esposa. Zeus accedió y Hades raptó a Perséfone. Deméter, en medio de su desesperación por la pérdida de su hija, abandonó sus responsabilidades y vagó errante buscando a la joven. En la tierra, todo se volvió árido y seco, se perdieron las cosechas y el hambre azotó a la humanidad. Ante esta situación, Zeus dispuso que Perséfone pasara una parte del año con su madre y otra con su esposo. Así que cuando la hermosa joven desciende al inframundo, el invierno cubre el mundo con su capa, hasta que regrese a acompañar a su madre, seis meses después.
Los celtas tenían a su propia diosa del invierno, Cailleach Béirre, cuyo poder alcanzaba su esplendor entre los meses de diciembre y enero, entre las celebraciones de Samhaim y Beltane. Según el lugar era bondadosa o terrible: protectora para irlandeses y escoceses, representaba el mal para los ingleses, pues secaba las cosechas y traía consigo el frío y la nieve.
Haciendo una búsqueda en Internet encontré una página interesante acerca de los rituales y diferentes eventos que celebran los países para celebrar la llegada del invierno.
La página es 
https://www.diainternacionalde.com/ficha/solsticio-invierno. Y estas son las celebraciones que enumera.

  • En Japón el inicio del invierno se celebra con un réquiem o celebración litúrgica por los muertos, para conmemorar a Amaterasu, la diosa del sol. Cada 22 de diciembre se encienden hogueras en el Monte Fuji, para alentar el regreso del sol.
  • En Toronto, Canadá celebran el Festival del Solsticio de Invierno del Mercado de Kensington, con linternas, fuego y actuaciones para celebrar la noche más larga del año.
  • En China se celebra el Festival del Solsticio de Invierno durante el plazo del Dongzhi solar, cerca del 21 de diciembre. Con esta celebración se esperan días con más horas de luz natural, fluyendo la energía positiva.
  • En Teherán (Irán) es tradición consumir nueces y sandías la Noche de Yalda (21 de diciembre), considerada la noche más larga del año.
  • En Finlandia, Suecia y Noruega las culturas indígenas realizan rituales de sacrificio en homenaje a Beiwe, la diosa del sol. Se sacrifican ciervos hembras de color blanco para que esta diosa retorne al mundo de los vivos.
  • En Brighton, Inglaterra se acostumbra quemar faroles de papel, como símbolo del fin de una época y el inicio de otra nueva.
  • En Suecia se celebra la Fiesta de Luces, en honor a Santa Lucía, una mártir cristiana. Se lleva a cabo una procesión acompañada de una personificación de Santa Lucía, con una corona de velas en su cabeza.
  • En varios países se llevan a cabo festivales de invierno: "Festival Hogmanay" (Edimburgo, Escocia), "Festival Junkanoo" (Nassau, Bahamas), "Winter Carnival" (Quebec, Canadá). Se celebra el inicio del invierno y el año nuevo.
Más allá de los mitos y leyendas, generalmente paganos, que rodean al solsticio y la Navidad (comúnmente asociada a él), como el que atribuye el hecho de fijar el 25 de diciembre como el nacimiento de Jesús para cambiar las celebraciones romanas al Sol, conocidas como Saturnalias, lo cierto es que esta fecha marca una temporada de encuentro familiar, alegría y agradecimiento por los dones que recibimos del universo. 
Las leyendas, los ritos que se hacen y las tradiciones navideñas, nos recuerdan siempre que los seres humanos somos seres sociales que vivimos en comunión con los demás seres que nos acompañan en este planeta y ¿quién sabe si incluso fuera de él?
Más allá de cualquier costumbre, besémonos debajo de los muérdagos, las buganvilias o enredaderas de jazmín, compartamos el pan y el vino, bailemos al son de cualquiera de los instrumentos o con la música de las palabras... demos calidez al corazón y sonrisa a nuestros rostros para, durante el invierno, encender la llama de la solidaridad y el amor.

jueves, 3 de noviembre de 2022

LA TIERRA NO NOS PERTENECE, NOSOTROS PERTENECEMOS A LA TIERRA

La única foto conocida del Jefe Seattle, tomada en los años 1860 cuando se acercaba a sus 80 años de edad.
De E.M. Sammis, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=515165

Es bastante conocida la historia de la usurpación de las tierras que pertenecían a los indígenas norteamericanos, como consecuencia de la expansión hacia el oeste de los colonos y la construcción de las tres grandes líneas de ferrocarril.

Estados Unidos acrecentó su territorio de varias maneras: por la compra de algunos, por la guerra, como el caso de California y por la ocupación de territorios indios que fueron poblando y expulsando poco a poco a sus habitantes originarios, quienes fueron condenados a vivir en reservas.

Luego de hallar una referencia a la supuesta carta escrita por el jefe indio Noah Seathl, jefe de una tribu que también tiene varias formas de escritura (suwamisu, suwamish, suquamish) en 1854 al gran Jefe blanco de Washington, Franklin Pierce, en respuesta a la oferta de este de comprarle una gran extensión de tierras indias y crear una "reserva" para el pueblo indígena, lo cual suponía el despojo de las tierras indias. y encontré que a pesar de esa creencia bastante extendida de que el jefe indio la escribió no es cierta, y que dicha carta fue escrita por un ecologista texano en 1971

Según Wikipedia, el jefe Seattle nació alrededor de 1786 en Blake Island, Washington, y murió el 7 de junio de 1866, en la reserva suquamish de Port Madison, Washington (al norte de Bainbridge Island y al este de Poulsbo). Su padre, Schweabe, era el líder de la tribu suquamish, y su madre fue Sholeetsa (o Wood-sho-lit-sa) de los duwamish. Su lengua materna era el lushootseed meridional. Debido a que entre los pueblos Salish la herencia no era solo patrilineal, Seattle heredó la posición de jefe de la tribu duwamish de un tío materno.

No obstante, por su belleza y el lenguaje en que está redactada, tal pareciera escuchar al jefe indio hablando al presidente de los Estados Unidos en aquel entonces.

Así dice la carta.


El gran jefe de Washington nos envía un mensaje para hacernos saber que desea comprar nuestra tierra. También nos manda palabras de hermandad y de buena voluntad. Agradecemos el detalle, pues sabemos que no necesita de nuestra amistad. Pero vamos a considerar su oferta, porque también sabemos de sobra que, de no hacerlo así, quizá el hombre blanco nos arrebate la tierra con sus armas de fuego.

Pero... ¿quién puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Esa idea es para nosotros extraña. Ni el frescor del aire, ni el brillo del agua son nuestros. ¿Cómo podría alguien comprarlos? Aun así, trataremos de tomar una decisión.

Mis palabras son como las estrellas: eternas, nunca se extinguen. Tenéis que saber que cada trozo de esta tierra es sagrado para mi pueblo. Cada aguja de un abeto, cada playa de arena, cada niebla en la profundidad de los bosques, cada claro entre los árboles, cada insecto que zumba es sagrado para el pensar y sentir de mi pueblo. La savia que sube por los árboles es sagrada experiencia y memoria de mi gente.

Los muertos de los blancos olvidan la tierra en que nacieron cuando desaparecen para vagar por las estrellas. Los nuestros, en cambio, nunca se alejan de la tierra, pues es la madre de todos nosotros. Somos una parte de ella, y la flor perfumada, el ciervo, el caballo, el águila majestuosa, son nuestros hermanos. Las escarpadas montañas, los prados húmedos, el cuerpo sudoroso del potro y el hombre..., todos pertenecen a la misma familia.

Por eso, cuando el gran jefe de Washington nos envió el recado de que quería comprar nuestra tierra, exigía demasiado de nosotros. El gran jefe nos quiere hacer saber que pretende darnos un lugar donde vivir tranquilos. Él sería nuestro padre, y nosotros seríamos sus hijos. ¿Pero eso será posible algún día? Dios debe amar a vuestro pueblo y abandonado a sus hijos rojos.

Él ha enviado máquinas para ayudar al hombre blanco en su trabajo, y con ellas se construyen grandes poblados. Él hace que vuestra gente sea, día a día, más numerosa. Pronto invadiréis la tierra, como ríos que se desbordan desde las gargantas montañosas, como una inesperada lluvia. Mi pueblo, sin embargo, es como una corriente desbordada, pero sin retorno. No, nosotros somos razas diferentes. Nuestros hijos y los vuestros no juegan juntos, y vuestros ancianos y los míos no cuentan las mismas historias. Dios os es favorable, y nosotros nos sentimos huérfanos. Aun así, meditaremos sobre vuestra oferta de comprarnos la tierra. No será fácil, porque esta tierra es sagrada para nosotros.

Nos sentimos alegres en estos bosques. Ignoro el porqué, pero nuestra forma de vivir es diferente a la vuestra. El agua cristalina, que corre por los arroyos y los ríos no es solo agua, es también la sangre de nuestros antepasados. Si os la vendiéramos tendríais que recordar que es sagrada, y enseñarlo así a vuestros hijos. De hecho, los ríos son nuestros hermanos. Nos libran de la sed, arrastran nuestras canoas y nos procuran alimento. Cada imagen que reflejan las claras aguas de los lagos son el recuerdo de los hechos que ocurrieron y la memoria de mis gentes. El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre.

Así es, padre blanco de Washington: los ríos son nuestros hermanos. Si os vendemos nuestra tierra, tendréis que recordar y enseñar a vuestros hijos que los ríos son nuestros hermanos -y en adelante, los vuestros- y tratarlos con el mismo cariño que se trata a un hermano.

Es evidente que el hombre blanco no entiende nuestra manera de ser. Os es indiferente una tierra que otra porque no la ve como a una hermana, sino como a una enemiga. Cuando ya la ha hecho suya, la desprecia y la abandona. Deja atrás la tumba de sus padres sin importarle. Saquea la tierra de sus hijos y le es indiferente. Trata a su madre -la Tierra- y a su hermano -el firmamento- como a objetos que se compran, se usan y se venden como ovejas o cuentas de colores. Hambriento, el hombre blanco acabará tragándose la tierra, no dejando tras de sí más que un desierto. Mi gente siempre se ha apartado del ambicioso hombre blanco, igual que la niebla matinal en los montes cede ante el sol naciente. Pero las cenizas de nuestros antepasados, sus tumbas, son tierra santa, y por eso estas colinas, estos árboles, esta parte del mundo, nos son sagrados.

No sé, pero nuestra forma de ser es muy diferente de la vuestra. Quizás sea porque soy lo que vosotros llamáis «un salvaje» y, por eso, no entiendo nada.

La vista de vuestras ciudades hiere los ojos de mi gente. Quizá porque el «piel roja» es un salvaje y no lo comprende. No hay silencio alguno en las ciudades de los blancos, no hay ningún lugar donde se pueda oír crecer las hojas en primavera y el zumbido de los insectos. No hay un solo sitio tranquilo en las ciudades del hombre blanco. Ningún lugar desde el que poder escuchar en primavera el brote de las hojas o el revolotear de un insecto. Tal vez sea porque soy lo que llamáis «un salvaje» y no comprenda algunas cosas... El ruido de vuestras ciudades es un insulto para el oído de mi gente y yo me pregunto: ¿qué clase de vida tiene el hombre que no es capaz de escuchar el grito solitario de la garza o el diálogo nocturno de las ranas en un estanque? Mi pueblo puede sentir el suave susurro del viento sobre la superficie del lago, el olor del aire limpio por el rocío de la mañana y perfumado al mediodía por el aroma de los pinos. El aire es de gran valor para nosotros, pues todas las cosas participan del mismo aliento: el animal, el árbol, el hombre, todos. El hombre blanco parece no dar importancia al aire que respira, a semejanza de un hombre muerto desde hace varios días, embotado por su propio hedor. Pero, si os vendemos nuestra tierra, no olvidéis que tenemos el aire en gran estima, que el aire comparte su espíritu con la vida entera. El viento dio a nuestros padres el primer aliento, y recibirá el último. Y el viento también insuflará la vida a nuestros hijos. Y si os vendiéramos nuestra tierra, tendríais que cuidar el aire como un tesoro y cuidar la tierra como un lugar donde también el hombre blanco sepa que el viento sopla suavemente sobre la hierba en la pradera.

Cuando el último de entre mi gente haya desaparecido, cuando su sombra no sea más que un recuerdo en esta tierra -aun entonces- estas riberas y estos bosques estarán poblados por el espíritu de mi pueblo, porque nosotros amamos este paisaje del mismo modo que el niño ama los latidos del corazón de su madre.

Si decidiese aceptar vuestra oferta, tendría que poneros una condición: que el hombre blanco considere a los animales de estas tierras como hermanos. Soy lo que llamáis «un salvaje» y no comprendo vuestro modo de vida, pero he visto miles de búfalos muertos, pudriéndose al sol en la pradera. Muertos a tiros, sin sentido, desde las caravanas. Yo soy un salvaje y no puedo comprender cómo una máquina humeante -el caballo de hierro- puede importar más que el búfalo, al que solo matamos para sobrevivir. ¿Qué es el hombre sin animales? Si todos los animales desaparecieran el hombre también moriría en la soledad de su espíritu. Lo que le suceda a los animales tarde o temprano le sucederá también al hombre. Todas las cosas están estrechamente unidas.

Debéis enseñar a vuestros hijos lo que nosotros hemos enseñado a los nuestros: que la Tierra es su madre. Lo que le ocurre a la Tierra también le ocurre a los hijos de la Tierra. Si los hombres escupen en el suelo, se escupen a sí mismos.

Nosotros sabemos que la tierra no pertenece al hombre, que es el hombre el que pertenece a la Tierra. Lo sabemos muy bien, Todo está unido entre sí, como la sangre que une a una misma familia. El hombre no creó la trama de la vida, es solo una fibra de la misma. Lo que haga con ese tejido, se lo hace a sí mismo. No, el día y la noche no pueden vivir juntos.

Tenéis que enseñar a vuestros hijos que el suelo que está bajo sus pies contiene las cenizas de los nuestros. Para que respeten la tierra, contadles que la tierra contiene las almas de nuestros antepasados. Nuestros muertos siguen viviendo entre las dulces aguas de los ríos, y regresan, de nuevo, con cada suave paso de la primavera, y sus almas van con el viento que sopla, rizando la superficie del lago.

Consideramos la posibilidad de que el hombre blanco nos compre nuestra tierra. Pero mi pueblo pregunta: ¿Qué es lo que quiere el hombre blanco? ¿Cómo se puede comprar el Cielo, o el calor de la tierra, o la velocidad del antílope? ¿Cómo vamos a vender todo esto y cómo vais a poder comprarlo? ¿Acaso podréis hacer con la tierra lo que queráis, solo porque firmemos un pedazo de papel y se lo entreguemos al hombre blanco? Si nosotros no poseemos el frescor del aire, ni el resplandor del agua, ¿cómo vais a poder comprarlo? ¿Es que, acaso, podéis comprar los búfalos cuando ya hayáis matado al último? Consideraremos la oferta. Sabemos que si no os la vendemos vendrá el hombre blanco y se apoderará de nuestra tierra.

Sabemos una cosa que, tal vez, el hombre blanco descubra algún día: nuestro Dios es vuestro Dios. Podéis pensar que ahora Él os pertenece, de igual manera que hoy deseáis que nuestras tierras sean vuestras. Pero no es así. Él es el Dios de todos los hombres y su amparo alcanza por igual a mi gente y a la vuestra.

Consideraremos vuestra oferta de que vayamos a una reserva. Queremos vivir aparte y en paz. No importa dónde pasemos el resto de nuestros días. Nuestros hijos verán a sus padres sumisos y vencidos. Nuestros guerreros estarán avergonzados. Después de la derrota pasarán sus días en la holganza, y envenenarán sus cuerpos entre comida y alcohol. No importa dónde pasemos el resto de nuestros días. No quedan ya muchos. Solo algunas horas -un par de inviernos- y no quedará ningún hijo de la gran estirpe que en otros tiempos vivió en esta tierra, y que ahora en pequeños grupos viven dispersos por el bosque, para gemir sobre las tumbas de su pueblo. Un pueblo que en otros tiempos fue tan poderoso y tan lleno de esperanza como el vuestro.

¿Pero, por qué entristecerse por la desaparición de una nación? Las naciones están hechas por hombres. Es así. Los hombres aparecen y desaparecen como las olas del mar. Ni siquiera el hombre blanco, cuyo Dios pasea y habla con él de amigo a amigo, queda exento del destino común de las cosas. Después de todo, quizás seamos hermanos. Ya veremos...

También los blancos desaparecerán, y quizá antes que otras estirpes. Continuad contaminando y corrompiendo vuestro lecho y cualquier noche moriréis ahogados en vuestra propia suciedad. Eso sí..., caminaréis hacia la extinción rodeados de gloria y espoleados por la creencia en un Dios que os da poder sobre la Tierra y sobre los demás hombres. Cuando todos los búfalos se hayan ido, los caballos salvajes hayan sido domados, el rincón más secreto del bosque invadido por el ruido de la multitud, y la visión de las colinas esté manchada por los cables parlantes, cuando desaparezca la espesura y el águila se extinga, habrá que decir adiós al caballo veloz y a la caza.

Será el final de la vida y el comienzo de otra. Por algún motivo que se me escapa, Dios os concedió el dominio sobre los animales, los bosques y los pieles rojas. Quizá podríamos comprenderlo si supiésemos qué es lo que sueña el hombre blanco, qué ideales ofrece a los hijos en las largas noches de invierno, y qué visiones bullen en su imaginación, hacia las que tienden el día de mañana.

Pero nosotros somos «salvajes». Los sueños del hombre blanco nos están vedados. Y porque nos están ocultos, nosotros vamos a seguir nuestro propio camino. Pues, ante todo, estimamos el derecho que tiene cada ser humano a vivir tal como desea, aunque sea de modo muy diverso al de sus hermanos. No es mucho lo que nos une.

Consideraremos vuestra oferta...

Si aceptamos es solo por asegurarnos la reserva que habéis prometido. Quizá, allí podamos acabar los pocos días que nos quedan, viviendo a vuestra manera. Cuando el último piel roja de esta tierra desaparezca y su recuerdo sea solamente la sombra de una nube sobre la pradera, todavía estará vivo el espíritu de mis antepasados en estas orillas y estos bosques. Pues ellos amaban esta tierra, como ama el recién nacido el latido del corazón de su madre. Si os llegáramos a vender nuestra tierra, amadla -como nosotros la hemos amado-. Cuidad de ella -como nosotros la cuidamos- y conservad el recuerdo de esta tierra tal como os la entregamos.

¿Dónde está el bosque espeso?: Desapareció. ¿Qué ha sido del águila?: Desapareció. Así se acaba la vida y solo nos queda el recurso de intentar sobrevivir. 

Fdo: Noah Seathl, Jefe de la Tribu Suwamisu.

miércoles, 19 de octubre de 2022

HOY TENGO LA CABEZA LLENA DE PÁJAROS

Hasta hace un año y medio viví en un apartamento que tenía una hermosa terraza, flanqueada por grandes árboles, a la que me daba mi habitación, desde donde escuchaba, al despertarme, el canto de los pajaritos que llenaban el aire y la mañana con sus trinos. En ese lugar sobrevivimos a la epidemia mi hija, Diego y yo, agradecidos de poder tener ese espacio mágico donde respirar aire puro, tomar un poco de sol y hasta hacer ejercicios en medio de aquel encierro terrible. 

Normalmente siempre tengo un ruido en los oídos, tinitus se llama, y fue en ese lugar donde lo descubrí, no sé si lo padecía desde antes. Pero el canto de los pájaros era mágico para mí, y lo sigue siendo. Ahora también tengo un pequeño oasis de vegetación detrás de mi casa y es un rincón encantado, sobre todo en ese horario después del mediodía de los fines de semana en el que los ruidos se acallan y los rayos de sol entran silenciosamente por los cristales de la cocina.

Creo que uno de los regalos maravillosos que nos ha dado la vida son los sentidos para apreciar tanta belleza que nos envuelve. Por eso solamente debemos vivir la vida agradecidos y felices. Por eso y por el cariño de tantas personas.

Ayer recordaba eso, tantas personas que llegan a nuestras vidas y se mantienen a nuestro lado de forma delicada, arropándonos, compartiendo breves momentos (o no tan breves) que los hacen permanecer en nuestros recuerdos para siempre. Hay algunos con quienes siempre nos seguimos comunicando, pero otros viven en nosotros, a pesar de las distancias y de que no sepamos de ellos a menudo, o tal vez, nunca. Recordé a mi amigo Serafín, a quien debo escribir sin falta porque no sé de él desde hace mucho tiempo y debe seguir en Angola; a Gerardo, mi colega de Casa de las Américas; a Faílde, el poeta floridano; al emblemático instructor literario de La Lisa y a la bibliotecaria de mi escuela primaria; a mis maestros, a mis amigos de la secundaria y el Pre, de la carrera, de los lugares donde he trabajado... es una lista interminable pero sus rostros aparecen en mi memoria como en los momentos en que compartí mi tiempo con todos ellos.

Pienso que la vida es un tren al cual nos subimos cuando nacemos y vamos pasando por innumerables estaciones, en las que suben y bajan personas que nos acompañan durante una parte del camino físicamente, pero quedan en el recuerdo.

Todos ellos forman parte de nuestro ser, nuestras experiencias y por supuesto, de nuestro infinito amor. Cuando me pierdo en este tipo de reflexiones me digo: "Hoy amanecí con la cabeza llena de pájaros". Debiera decir, llena del canto de los pájaros, pero mi frase abrevia las palabras para dejar solo su sentido. Debe ser porque cuando me inundan esos pensamientos agradecidos que son recuerdos luminosos, vuelvo a escuchar dentro de mi cabeza, esos melodiosos trinos de los pájaros del alma.

Entonces, he escrito ahora porque, antes de continuar trabajando, debía escribir para responder a esos trinos y permitir que vuelvan, dulcemente, a mis recuerdos. 




miércoles, 5 de octubre de 2022

LUZ PARA EL CAMINO



Había una vez, hace cientos de años, en una ciudad de Oriente, un hombre que una noche caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida.
La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella.
En determinado momento, se encuentra con un amigo. El amigo lo mira y de pronto lo reconoce.
Se da cuenta de que es Guno, el ciego del pueblo. Entonces, le dice:
- ¿Qué haces Guno, tú ciego, con una lámpara en la mano? Si tú no ves...
Entonces, el ciego le responde:
- Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mi...
- No solo es importante la luz que me sirve a mí, sino también la que yo uso para que otros puedan también servirse de ella.
Cada uno de nosotros puede alumbrar el camino para uno y para que sea visto por otros, aunque uno aparentemente no lo necesite.
Alumbrar el camino de los otros no es tarea fácil...Muchas veces en vez de alumbrar oscurecemos mucho más el camino de los demás...¿Cómo? A través del desaliento, la crítica, el egoísmo, el desamor, el odio, el resentimiento...
¡Qué hermoso sería si todos ilumináramos los caminos de los demás!
(ESTE BELLO TEXTO LO ENCONTRÉ EN INTERNET.
DE AUTOR DESCONOCIDO)

martes, 4 de octubre de 2022

RITUAL PARA RECIBIR EL OTOÑO/PRIMAVERA (De Duendes Avalon)






*Se puede realizar cualquier día durante esta época del año.*

En un plato de barro preferentemente, depositar semillas de maíz, frijol y arroz, lentejas... (cualquier tipo de legumbre/semilla sirve).
Sobre las semillas poner en el centro del plato una manzana roja la más hermosa que podamos encontrar.

En 4 "lados" de la manzana clavar un incienso, dejando libre el centro.
Los 4 palitos de incienso aroma sándalo si se desea traer solo prosperidad.
1 de sándalo para la prosperidad, 1 de rosas para el amor 1 de coco para alejar la negatividad y 1 de canela para la armonía.

Pueden ser 2 de rosas 1 de canela y 1 de sándalo para atraer el amor, otras combinaciones también sirven, por último si no tienes, sirve cualquier tipo de aroma.

MUY IMPORTANTE: Al momento de encender los 4 palitos de incienso/sahumerio debemos ser conscientes y tener actitud frente a la petición, es necesario creer, tener fe y confianza y pedir con todas tus energías al Universo, ser Divino...

A un costado preferentemente de lado derecho del plato pones una vela amarilla prendida hasta que se consuma para atraer más abundancia a nuestra vida. En la vela puedes poner con un alfiler tu solicitud.

Al terminar el ritual dejar el plato al aire libre por una noche y al día siguiente enterrar los restos en el jardín, o parque, maceta. Agradeciéndole a la Madre Tierra por la energía brindada.
Esto atraerá abundancia a nuestra vida, pues las legumbres representan el dinero. ¡Con fe!

(TOMADO DE LA PÁGINA DE DUENDES AVALON, Facebook)

viernes, 30 de septiembre de 2022

CARPE DIEM (Y NUNCA DEJES DE SOÑAR)




La frase latina carpe diem significa "Aprovecha el día" y es común verla en escritos, poemas y citas que se refieran a textos literarios, fundamentalmente poemas.
Ha circulado por las redes un poema atribuido a Walt Whitman cuyo contenido realmente es hermoso. La teoría más convincente es que nació a partir del filme El club (o la sociedad) de los poetas muertos, el memorable filme protagonizado por Robin Williams, el inolvidable profesor Keating.
Por eso, más allá de su autoría, este texto encierra muchas citas y frases de esa extraordinaria obra que nos alentó a soñar, a leer poesía...

Keating: No leemos y escribimos poesía porque es bonita. Leemos y escribimos poesía porque pertenecemos a la raza humana. Y la raza humana está llena de pasión. La medicina, el derecho, los negocios y la ingeniería son carreras nobles y necesarias para la vida. Pero la poesía, la belleza, el romanticismo, el amor… son las cosas que nos mantienen vivos.


CARPE DIEM
Aprovecha el día,
no dejes que termine sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber alimentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones tus ansias de hacer de tu vida algo
extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar al mundo.
Porque pase lo que pase, nuestra esencia está intacta.
Somos seres humanos llenos de pasión.
La vida es desierto y es oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte
en protagonistas de nuestra propia historia.
Aunque el viento sopla en contra, la poderosa obra continúa,
tú puedes aportar una estrofa.

No dejes nunca de soñar, porque solo en sueños
puede ser libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores, el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes. Huye.
«Emito mi alarido por los techos de este mundo»
dice el poeta.

Valora la belleza de las cosas simples,
se puede hacer poesía bella sobre las pequeñas cosas.
No traiciones tus creencias. Todos necesitamos aceptación.
Pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta el pánico que provoca tener la vida por delante.
Vívela intensamente, sin mediocridades.
Piensa que en ti está el futuro y encara la tarea
con orgullo y sin miedo.

Aprende de quienes pueden enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron,
de nuestros «poetas muertos», te ayudarán a caminar por la vida.
La sociedad de hoy somos nosotros, «los poetas vivos»,
no permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas.

martes, 27 de septiembre de 2022

Y SIN EMBARGO, EL OTOÑO

 

Paisaje de otoño, Vincent Van Gogh

Casi termina septiembre y en el alma, se instala un poco de ese sombrío humor del otoño, ese que cala nuestros huesos y se nos vuelve una hoja seca que danza en el viento antes de caer a tierra.

Si la primavera es la estación del reverdecimiento y cuando la naturaleza florece bajo la atenta brillantez del sol, el otoño tiñe los días de esa melancolía tenue que deshace el tiempo lentamente, como segundos condenados a desaparecer.

Entonces, es la estación de la melancolía. Más que el invierno, el otoño anuncia la llegada de los días grises y esa incertidumbre nos conmueve.

Por eso la poesía llega también y anida en las horas más silenciosas de la madrugada.

Acá he recordado y traigo este poema de Roque Dalton, porque de pronto es el otoño una época parecida a la ceniza.

Y sin embargo, amor

Y sin embargo, amor, a través de las lágrimas,
yo sabía que al fin iba a quedarme
desnudo en la ribera de la risa.
 
 Aquí,
hoy,
digo:
siempre recordaré tu desnudez en mis manos,
tu olor a disfrutada madera de sándalo
clavada junto al sol de la mañana;
tu risa de muchacha,
o de arroyo,
o de pájaro;
tus manos largas y amantes
como un lirio traidor a sus antiguos colores;
tu voz,
tus ojos,
lo de abarcable en ti que entre mis pasos
pensaba sostener con las palabras.
 
Pero ya no habrá tiempo de llorar.
 
Ha terminado
la hora de la ceniza para mi corazón.
 
Hace frío sin ti,
pero se vive.
Roque Dalton

jueves, 22 de septiembre de 2022

PRIMAVERA EN EL SUR

 


El 23 de septiembre recibiremos el otoño en el hemisferio norte, mientras que el sur, dará la bienvenida a la primavera. Nuestra vida toda está llena de paradojas, así que el planeta Tierra no será la excepción. Las hojas se aprestan al norte del ecuador para abandonar las ramas y al sur, las flores despertarán de su sueño de invierno, como la margarita blanca, para lucir sus colores bajo la lluvia o el sol.

La poesía, esa inquieta ave del alma, florece en primavera o languidece melancólicamente en el otoño. Nosotros, bebemos de esa fuente inagotable de sentimientos para vivir cada instante con intensidad.

Leamos poemas primaverales entonces, que nos abran las puertas para soñar con el amor y la luz eterna de nuestro mundo. Que el sur del planeta vibre con la luz primaveral, mientras el norte celebra, calladamente, la llegada de la estación otoñal.

La primavera besaba

La primavera besaba

suavemente la arboleda,

y el verde nuevo brotaba

como una verde humareda.


Las nubes iban pasando

sobre el campo juvenil...

Yo vi las hojas temblando

las frescas lluvias de abril.
 
Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor -recordé-, yo he maldecido
mi juventud sin amor.

Hoy, en mitad de la vida,
me he parado a meditar...
¡Juventud nunca vivida
quién te volviera a soñar!

Antonio Machado


Primavera

Es la hora de la sangre

y del clamor.
ahí donde vibraban
los viejos clarines,
allí donde sonaban
los viejos sonetos,
vibran y suenan
los días oscuros
del tiempo y del amor.
Los muertos esperan
felices los truenos
pacientes,
y los ríos congelados
aguardan la llegada
del verano.
Verano, viejo sólido,
nada podrás contra
la ardiente tiranía
de la primavera.

Javier Héraud


Canción

¡De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera
la primavera!
(yo, muriendo.)
Y de qué modo sutil
me derramó en la camisa
todas las flores de abril.
¿Quién le dijo que yo era
risa siempre, nunca llanto,
como si fuera
la primavera?
(no soy tanto.)
En cambio, ¡qué espiritual
que usted me brinde una rosa
de su rosal principal!
¡De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera
la primavera!
(yo, muriendo).

Nicolás Guillén.

lunes, 12 de septiembre de 2022

LA LUNA Y TÚ (Para LJS)




La luna está hermosa esta noche
dijiste quedamente
mirándola a sus ojos que danzaban muy arriba
reflejados en la luna redonda
reviviendo la frase de Natsume Soseki:
月が綺麗ですね.

La luna está hermosa esta noche
y no pude
o no quise
apartar mis ojos de tus labios
mientras pronunciabas esa frase.

La luna está hermosa esta noche
también aquí
y yo solo alcanzo a ver tu rostro en esta luna
tan lejos de ti, de tu edad, de tu mundo...
alejados por paralelos y meridianos infinitos.

La luna está hermosa esta noche
aishiteru
en cualquier idioma
pero aún más en el idioma de tu sonrisa
de tus ojos rasgados y luminosos.

La luna está hermosa esta noche
porque existes.


jueves, 13 de enero de 2022

MADRID SERÁ UNA FIESTA





Luego de salir de Santo Domingo a las 5 y 40 de la tarde del día 14 de diciembre de este 2021, tuve un buen viaje. Estuve conversando casi todo el tiempo con un compañero de asiento venezolano llamado José Antonio, de muchos temas, incluyendo el tarot, el horóscopo y la filosofía de nuestra existencia. No dormí, pero en el tiempo que mi compañero de asiento durmió vi Black widow, la película de Scarlet Johanson. Me decepcionó un poco, así que eso compensará no haberla visto con Diego.

Después de la interminable travesía por el aeropuerto de Barajas y ser la última en recoger el equipaje, Olver me esperaba para ir hasta su casa.

Fuimos en el tren de Renfe y el metro, luego hasta su apartamento en la Puerta del Ángel. Por el camino, negocios, cafés y bares nos daban la bienvenida con un aire frío de 2 o 3 grados muy agradable. 

Adis nos esperaba congeladita en un banco y fuimos al coqueto apartamento a saborear un café Santo Domingo, que Olver disfrutó mucho. 

Salimos luego de un rato a dar una vuelta. Fuimos a la parada del metro cercana, pero al final tomamos un autobús para ir mirando la ciudad. Desde allí pude ver el palacio real, la Almudena y unos arcos parecidos a los de un acueducto romano que luego averiguaré qué es. 

Bajamos del autobús. En el camino descubrimos una taberna con pirata y todo, comercios, plazas y una tienda de objetos religiosos con preciosos nacimientos de Jesús, muy cerca de otra llamada Eleggua que imaginé de cubanos. Caminamos hasta la calle de Alcalá donde no nos esperaba la florista de la canción, pero nos encontramos con una gitana que me dio un gajo de romero y me leyó la mano. Según ella tengo mal de ojo porque soy muy guapa y generosa. Debe ser porque a continuación me pidió 10 euros para velas... ¡Ay, Maricarmen de mi arma! Era demasiado. Tomamos fotos de La casa de Diego y un cartel enorme de Tío Pepe. Al final de la calle había unos músicos interpretando O sole mio. ¡BELLÍSIMO!

Después regresamos al sitio donde habíamos visto, al pasar, churros y chocolate. Pues me di el gusto. Delicioso. En el café al aire libre había unas señoras mayores bebiendo vino y comiendo tapas en una amenísima conversación y me dije que realmente es reconfortante observar ese disfrutar del hoy con amigos. 

Al regreso pasamos por un mercadito y de ahí, a casita. Un baño caliente me ha hecho dormir y despertarme a las 11 y 30 de acá, 6 y 30 de Santo Domingo. 

Escribo esperando el día de mañana. Y sí, desde el primer día, Madrid es esa fiesta para los ojos y el corazón que me ha regalado este diciembre. Y ha llegado de la mano de dos muchachos hermosos y llenos de amor que me alegraron el alma.

Gracias, Olver. Gracias, Adis. 

En la distancia beso a mis hijos y a mi pequeño duende. Los amo, Dany, María, Alena y Alejandro. Por hacer mi vida feliz y apoyarme siempre.

Gracias a mis amigos, quienes me bendicen y acompañan siempre.

LinkWithin