martes, 28 de agosto de 2012

NANA PARA DESPERTAR AL MUNDO











Dicen que el mundo gira
y no para de dar vueltas:
ya brille la luz del sol 
o  si la noche se acerca.

Despierta, mundo, despierta
para que Diego se duerma.
Pobre mundo, de cansado
hace sus vueltas más lentas
y a veces alarga el día
o en las sombras se recuesta.

Despierta, mundo, despierta
que este bebé se da cuenta.

Piensa que el mundo está viejo
y por eso habla y conversa
todita la madrugada
a ver si el mundo despierta.

Despierta, mundo, despierta
para que Diego se duerma.

Te digo que en cierta casa
de una ciudad habanera
hay un bebé que no duerme
aunque la noche lo envuelva.

Despierta, mundo, despierta
que este bebé se aprovecha.

Recorre todo el camino
y descubre estrellas nuevas:
esas que encienden sus luces
como si hubiera una fiesta.

Despierta, mundo, despierta
para que Diego se duerma.


jueves, 23 de agosto de 2012

SCHEREZADA Y LA NOCHE

La poeta Chiqui Vicioso, al centro, al lado de Roberto Zurbano y Mirtha
Casa de Teatro, Santo Domingo 22 de agosto de 2012


No podría decir con exactitud cuál de las mil y una noches tuve el privilegio de vivir anoche, en Casa de Teatro, ese espacio bohemio en el corazón de la ciudad que evoca la época colonial. Pero el corazón tiene razones que la propia razón ignora, por eso pienso que en esas horas estuvieron presentes segundos de todas ellas. Miles de historias desfilaron en las voces de los tantos  poetas que leyeron sus versos y en la palabra inmensa de Marcio Veloz Maggiolo, que de una forma íntima y con profundo lirismo, se refirió a la vida y obra de esa poeta que nació con toda la luz del verano en esta isla del Caribe un 21 de junio.
Según dijo don Marcio Veloz al referirse a la poesía de Chiqui Vicioso, el poeta es un traductor de sentimientos. En los poemas escuchados y en los que se pueden leer en la acertada antología Poemas de la pasión lícita, publicada por el Fondo Editorial Casa de las Américas, hay maestría literaria, experiencia de vida, expresión de la cultura latinoamericana y caribeña pero, ante todo, cada verso, metáfora o palabra está escrita con y desde los sentimientos: el amor a la patria, al ser humano, a la justicia, a la verdadera y raigal belleza de nuestro mundo interior y el que se descubre a través de sus iluminadas pupilas de poeta sensible, irreverente a veces, osada y tierna, pero siempre con una voz auténtica y ese estilo que la define alejada de formas preconcebidas o hechas de cualquier corriente.
Honra a Casa de las Américas y a su director, Roberto Zurbano (quien destacó el hecho de que sea la primera autora dominicana incluida en el catálogo de la importante editorial), concebir y publicar este libro.
Recuerdo mi primer encuentro con su poesía y la búsqueda afanosa de más poemas que saciaran la necesidad de esa voz desenfadada y clara, eco de ancestrales liturgias del sincretismo cultural de nuestros pueblos, profundamente dominicana y universal.
Cada uno de los cinco poemarios que se incluyen en la selección tiene voz propia y su visión del mundo, remembranzas, azares, vivencias, y en cada uno aflora como dueña de la palabra, hacedora de un universo de poesía y su verdad.
Cada detalle cuidado: la conducción de Colombo, la percusión de Fellé, la voz inigualable de Xiomara Fortuna y la excelente coreografía e interpretación danzaria de Un extraño ulular traía el viento, las infaltables flores blancas y amarillas para sus maestras literarias Salomé Ureña y Luisa de Burgos, presentes en la magia de la noche.
Solo quien lleva tanta luz dentro de sí puede iluminar las sombras con su palabra, detener el tiempo, vencer por unas horas la mortalidad del ser humano.
Gracias, Scherezada por el milagro de la poesía, por la ternura o coraje que demande en su momento del canto trepidante o el suave rumor de olas que besa la arena ardiente de esta tierra, bendito también por ser su madre nutricia.
Ya lo anunciaba en La hora de los pájaros: Desplazada de mi tribu/ encadenada bestia/ al violento temor/ de los vencedores/ decidí desatar mis velas/ y construirme un mar/ a la medida.
Anoche fuimos navegantes en ese mar de palabras y solo podemos maravillarnos de compartir un tiempo y un espacio con esa amante eterna de la vida.

CANTARES DE LA PASIÓN LÍCITA

                 Y todas las mujeres darán honra a sus
                 maridos, desde el mayor hasta el menor.

                                                                Esther I.

Morena soy, Oh hijas de Jerusalén
porque el sol me miró
no porque soy mulata pura sangre.
Sulamita
mi amado metió su mano por el agujero
y se conmovieron mis entrañas.
Me levanté para abrir a mi amado
y mis manos gotearon mirra
sobre las aldabas de la cerradura.
Abrí yo a mi amado
más mi amado se había ido
y tras su hablar salió mi alma.
Por las noches busqué en mi lecho
al que ama mi alma y no lo hallé
levánteme y rodé por calles y plazas
busqué al que ama mi alma
busquelo y no lo hallé.
Lávame con tu agua, Oh fiel amante
mi señor
y Seráphita
seré blanca como la nieve
¡Desciende sobre mí, Espíritu Santo!
¡Desciende sobre mí, Oh, Espíritu Santo!
¡Desciende sobre mí, OH, ESPÍRITU SANTO
¡Y PRÉNDEME FUEGO CON TU ARDOR!
todos los domingos
y fiestas de aguardar.

domingo, 19 de agosto de 2012

EL LAGARTO ESTÁ LLORANDO ( Federico García Lorca)




El lagarto está llorando.
La lagarta está llorando.

El lagarto y la lagarta
con delantaritos blancos.

Han perdido sin querer
su anillo de desposados.

¡Ay, su anillito de plomo,
ay, su anillito plomado!

Un cielo grande y sin gente
monta en su globo a los pájaros.

El sol, capitán redondo,
lleva un chaleco de raso.

¡Miradlos qué viejos son!
¡Qué viejos son los lagartos!

¡Ay cómo lloran y lloran.
¡ay! ¡ay!, cómo están llorando!

miércoles, 15 de agosto de 2012

JUEGOS



(ticmelinafernandez.blogspot.com)



 


Por jugar cogí una estrella
para mi casa alumbrar
y los ojos de mi niña
no la dejaron brillar.


Por jugar busqué una nube
para el patio refrescar
y al tocarla mi pequeño
se convirtió en manantial.


Por jugar traje una concha
con las olas de la mar
y mi paloma torcaza
me volvió dulce la sal.


Por jugar encontré un mago
─sin sombrero de hechizar─
que entre sus manitas tibias
trajo estrella, nube y mar.

miércoles, 8 de agosto de 2012

VICENTE HUIDOBRO: MUJER, EL MUNDO ESTÁ AMUEBLADO POR TUS OJOS






Descubrí la poesía de Huidobro cuando estudiaba en la Universidad, leyendo este poema. Aún recuerdo la voz de Eduardo leyéndolo en una de las tertulias del taller literario. Es el canto segundo de su genial Altazor. Cuando terminó de leer la primera estrofa dijo: "¡Dios!¡ Después de escribir ese primer verso cómo pudo encontrar otro verso capaz de cerrar ese poema". Y tenía la razón. Solo un poeta inmenso, como Huidobro, podría encontrar las palabras exactas, los versos que cerrarían ese poema donde el mundo todo estaba en los ojos de la amada.
Desde hace varios días mi mundo propio está desierto porque mis ojos, en franca rebeldía, han decidido un reposo merecido luego del uso maltratador que les he dado.  Por eso no escribo a los amigos, no publico en el blog: mis ojos decidieron tomarse vacaciones, sin consultarme, sin avisos previos (tal vez intuían que no les haría caso). Y ahora rondo cerca de la pantalla de la computadora, me tumbo en el sofá o en la cama, en una interminable duermevela que me trae a la memoria lo leído, lo vivido y mis pensamientos luminosos o tristes.
Por eso de pronto me golpeó hoy al amanecer el verso de Huidobro y me dije: al menos escribiré un breve texto para el blog y quizás alguien se acerque a la poesía de Huidobro gracias a ese verso que jamás olvido: Mujer, el mundo está amueblado por tus ojos y que les hablen de mí las olas de pájaros sin cielo…

CANTO II

Mujer el mundo está amueblado por tus ojos
Se hace más alto el cielo en tu presencia
La tierra se prolonga de rosa en rosa
Y el aire se prolonga de paloma en paloma
Al irte dejas una estrella en tu sitio
Dejas caer tus luces como el barco que pasa
Mientras te sigue mi canto embrujado
Como una serpiente fiel y melancólica
Y tú vuelves la cabeza detrás de algún astro
¿Qué combate se libra en el espacio?
Esas lanzas de luz entre planetas
Reflejo de armaduras despiadadas
¿Qué estrella sanguinaria no quiere ceder el paso?
En dónde estás triste noctámbula
Dadora de infinito
Que pasea en el bosque de los sueños
Heme aquí perdido entre mares desiertos
Solo como la pluma que se cae de un pájaro en la
          /noche
Heme aquí en una torre de frío
Abrigado del recuerdo de tus labios marítimos
Del recuerdo de tus complacencias y de tu
          /cabellera
Luminosa y desatada como los ríos de montaña
¿Irías a ser ciega que Dios te dio esas manos?
Te pregunto otra vez
El arco de tus cejas tendido para las armas de
          /los ojos
En la ofensiva alada vencedora segura con orgullos
          /de flor
Te hablan por mí las piedras aporreadas
Te hablan por mí las olas de pájaros sin cielo
Te habla por mí el color de los paisajes sin viento
Te habla por mí el rebaño de ovejas taciturnas
Dormido en tu memoria
Te habla por mí el arroyo descubierto
La yerba sobreviviente atada a la aventura
Aventura de luz y sangre de horizonte
Sin más abrigo que una flor que se apaga
Si hay un poco de viento
Las llanuras se pierden bajo tu gracia frágil
Se pierde el mundo bajo tu andar visible
Pues todo es artificio cuando tú te presentas
Con tu luz peligrosa
Inocente armonía sin fatiga ni olvido
Elemento de lágrima que rueda hacia adentro
Construido de miedo altivo y de silencio.

Haces dudar al tiempo
Y al cielo con instintos de infinito
Lejos de ti todo es mortal
Lanzas la agonía por la tierra humillada de
      /noches
Sólo lo que piensa en ti tiene sabor a eternidad
He aquí tu estrella que pasa
Con tu respiración de fatigas lejanas
Con tus gestos y tu modo de andar
Con el espacio magnetizado que te saluda
Que nos separa con leguas de noche
Sin embargo te advierto que estamos cosidos
A la misma estrella
Estamos cosidos por la misma música tendida
De uno a otro
Por la misma sombra gigante agitada como árbol
Seamos ese pedazo de cielo
Ese trozo en que pasa la aventura misteriosa
La aventura del planeta que estalla en pétalos de
      /sueño
En vano tratarías de evadirte de mi voz
Y de saltar los muros de mis alabanzas
Estamos cosidos por la misma estrella
Estás atada al ruiseñor de las lunas
Que tiene un ritual sagrado en la garganta.

Qué me importan los signos de la noche
Y la raíz y el eco funerario que tengan en mi
      /pecho
Qué me importa el enigma luminoso
Los emblemas que alumbran el azar
Y esas islas que viajan por el caos sin destino a
      /mis ojos
Qué me importa ese miedo de flor en el vacío
Qué me importa el nombre de la nada
El nombre del desierto infinito
O de la voluntad o del azar que representan
Y si en ese desierto cada estrella es un deseo de
      / oasis
O banderas de presagio y de muerte
Tengo una atmósfera propia en tu aliento
La fabulosa seguridad de tu mirada con sus
      /constelaciones íntimas
Con su propio lenguaje de semilla
Tu frente luminosa como un anillo de Dios
Más firme que todo en la flora del cielo
Sin torbellinos de universo que se encabrita
Como un caballo a causa de su sombra en el aire
Te pregunto otra vez
¿Irías a ser muda que Dios te dio esos ojos?
Tengo esa voz tuya para toda defensa
Esa voz que sale de ti en latidos de corazón
Esa voz en que cae la eternidad
Y se rompe en pedazos de esferas fosforescentes
¿Qué sería la vida si no hubieras nacido?
Un cometa sin manto muriéndose de frío
Te hallé como una lágrima en un libro olvidado
Con tu nombre sensible desde antes en mi pecho
Tu nombre hecho del ruido de palomas que se
      /vuelan
Traes en ti el recuerdo de otras vidas más altas
De un Dios encontrado en alguna parte
Y al fondo de ti misma recuerdas que eras tú
El pájaro de antaño en la clave del poeta
Sueño en un sueño sumergido
La cabellera que se ata hace el día
La cabellera al desatarse hace la noche
La vida se contempla en el olvido
Sólo viven tus ojos en el mundo
El único sistema planetario sin fatiga
Serena piel anclada en las alturas
Ajena a toda red y estratagema
En su fuerza de luz ensimismada
Detrás de ti la vida siente miedo
Porque eres la profundidad de toda cosa
El mundo deviene majestuoso cuando pasas
Se oyen caer lágrimas del cielo
Y borras en el alma adormecida
La amargura de ser vivo
Se hace liviano el orbe en las espaldas.

Mí alegría es oír el ruido del viento en tus cabellos
/Reconozco ese ruido desde lejos)
Cuando las barcas zozobran y el río arrastra tron-
     / cos de árbol
Eres una lámpara de carne en la tormenta
Con los cabellos a todo viento
Tus cabellos donde el sol va a buscar sus mejores
     /sueños
Mi alegría es mirarte solitaria en el diván del
     /mundo
Como la mano de una princesa soñolienta
Con tus ojos que evocan un piano de olores
Una bebida de paroxismos
Una flor que está dejando de perfumar
Tus ojos hipnotizan la soledad
Como la rueda que sigue girando después de la
     /catástrofe
Mi alegría es mirarte cuando escuchas
Ese rayo de luz que camina hacia el fondo del
     /agua
Y te quedas suspensa largo rato
Tantas estrellas pasadas por el harnero del mar
Nada tiene entonces semejante emoción
Ni un mástil pidiendo viento
Ni un aeroplano ciego palpando el infinito
Ni la paloma demacrada dormida sobre un
     /lamento
Ni el arcoiris con las alas selladas
Más bello que la parábola de un verso
La parábola tendida en puente nocturno de alma
     /a alma
Nacida en todos los sitios donde pongo los ojos
Con la cabeza levantada
Y todo el cabello al viento
Eres más hermosa que el relincho de un potro en
     /la montaña
Que la sirena de un barco que deja escapar toda
     / su alma
Que un faro en la neblina buscando a quien
     / salvar
Eres más hermosa que la golondrina atravesada
     / por el viento
Eres el ruido del mar en verano
Eres el ruido de una calle populosa llena de
     /admiración
Mi gloria está en tus ojos
Vestida del lujo de tus ojos y de su brillo interno
Estoy sentado en el rincón más sensible de tu
     /mirada
Bajo el silencio estático de inmóviles pestañas
Viene saliendo un augurio del fondo de tus ojos
Y un viento de océano ondula tus pupilas
Nada se compara a esa leyenda de semillas que
     /deja tu presencia
A esa voz que busca un astro muerto que volver a
     /la vida
Tu voz hace un imperio en el espacio
Y esa mano que se levanta en ti como si fuera a
     /colgar soles en el aire
Y ese mirar que escribe mundos en el infinito
Y esa cabeza que se dobla para escuchar un murmullo
     /en la eternidad
Y ese pie que es la fiesta de los caminos
     /encadenados
Y esos párpados donde vienen a vararse las centellas
Y ese beso que hincha la proa de tus labios
Y esa sonrisa como un estandarte al frente de tu
     /vida
Y ese secreto que dirige las mareas de tu pecho
Dormido a la sombra de tus senos.

Si tú murieras
Las estrellas a pesar de su lámpara encendida
Perderían el camino
¿Qué sería del universo?

Vicente Huidobro 

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