viernes, 13 de enero de 2012

LA NOCHE Y EL AMOR

Debo  esperar la noche que me trae un padre y su lechuza. Es el primer camino iluminado por la belleza de las piedras y también la increíble noticia de un contrabando con alas que acompaña la oscuridad del corazón y lo estremece.
Quiero escribir sobre nosotros y las noches. Una lechuza no es más que una lechuza y esta verdad no alcanza para amar las lechuzas y las noches.
Me doy cuenta. Para amar todos nos inventamos un pretexto. La noche puede ser un buen pretexto.
Julia descuelga el sol desde su cuarto y las sombras llegan. La noche puede ser ese pretexto si viene acompañada de un papá, su lechuza y otras piedras. Así nadie podrá hacer preguntas ni burlarse.
Un buen pretexto acalla todos los asombros.






1 comentario:

L'Aura Baig dijo...

Un papá, una lechuza, o búho y otras piedras... Gracias Mirtha, ahora te sigo ... Un abrazo... L'Aura

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