(Tomado de http://www.labsk.net/wkr/archives/8797) |
Se equivocó de cuerpo la madera. Es dura, terca e inflexible:
no basta alargarse para advertir al mundo las mentiras de Pinocho. Los burros
no escuchan cómo crece el amor bajo el serrucho. ¡Traed una conciencia, con
violín! La música importa, a pesar de los truhanes. El sonido del violín
atraviesa los sueños.
Crece la mentira
en la madera. Pese a cortar de un tajo la nariz, un loco enciende fósforos para
buscar la verdad. Sólo él lo sabe.
La verdad yace
oculta en el vientre de la última ballena.
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