Acaso te buscaba entonces
cuando una ventana al sol era
así de sencilla
o el día de una fogata junto
al río…
tal vez desde las sombras
perseguía tu nombre.
No sé si te escondías tras la
puerta
y balaustrabas a tu paso los
portales
dibujando la noche en cada
reja.
Quizás corrías bajo los
aguaceros de recuerdos
no llovidos aún
plegándote en las costuras de
la tarde.
Acaso te buscaba entonces
al abrirse el horizonte sobre
el mundo
en un paralelo desconocido
suavemente
como en un sueño de esos
que guardan una cuerda para
atar la tristeza.
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