Aunque
yo no sepa hablar
mira
mis ojos, abuela
pues yo
te quiero contar
quien
no deja que yo duerma.
Cuando
abrí primero un ojo
-era
casi madrugada-
extrañé
un arrullo tibio
que muy
bajo me acunaba.
Sentí
tus brazos muy suaves
y una
canción no escuchada,
abuela
desde lo hondo
a mi
mamá ya buscaba.
El ver
tanta luz afuera
y a
ella, muy quieta en la cama,
no
dormía ni soñaba
mientras
que tú me cargabas.
Quería
que mi mamá
y
sentir la piel de siempre
mientras
su voz me cantaba.
Abuela,
yo no me duermo
porque
quiero acariciarla;
y
aunque a veces cierro un ojo
velo
porque no se vaya.
Abuela,
díselo ahora
cuando
la noche es más clara
que no
me voy a dormir
en toda
la madrugada.
Y si
viniera algún duende
cuando
sea de mañana
le
pediré despertarme
mientras
mi mamá descansa.
Te
pido, abuela que siempre
tus
buenos hechizos hagas
para
que mamá me arrulle
con
todas tus tiernas nanas.
2 comentarios:
Ay abuela... como estas
de contenta y de amor,
por ese niño que llegó.
Lo mecerás...
hasta que se duerma.
Lo arrullaras...
hasta que se sosegue y descanse
en la acogedora… casa.
Gracias, amigo!!! ya lo leí en facebook, pero ahora lo releo con inmenso placer. te quieroooo. Un montón de besos.
Publicar un comentario