Desde que la natividad de Jesús
es celebrada el 25 de diciembre y constituye una de las fechas de la religión
cristiana, muchas han sido las obras del arte y la literatura cuyo tema han
tenido precisamente el nacimiento del niño Jesús o su celebración de acuerdo
con las tradiciones seguidas en cada uno de los países.
Así como el solsticio de verano
es el momento en que el sol se encuentra más cerca del ecuador celeste, el
solsticio de invierno es el instante en que el sol se encuentra a mayor
distancia angular de ese punto, variando la fecha de acuerdo con el hemisferio
terrestre, ya sea el norte o el sur. De ahí que en el norte ocurra entre el 20
y 23 de diciembre y en el sur, entre el 20 y 23 de junio.
Coincidentemente es muy cercana
al solsticio de invierno la fecha de la Navidad, lo cual aparece tratado en
otra entrada del blog del año 2012 que puede ser consultada en el enlace (http://lanocheenelbolsillo.blogspot.com/2012/12/leyendas-sobre-la-navidad.html)
para no hacer extensa la cita.
Como es natural, esta fecha y el
acontecimiento que celebramos una buena parte de los seres humanos en todo el
mundo, ha inspirado a los escritores y artistas a crear obras que refieran
sucesos o historias alrededor de esta fecha.
Así tenemos que uno de los más
famosos es Cuento de Navidad, de Dickens, pero tenemos La vendedora de fósforos,
de Andersen, Cascanueces, de Tchaikovsky y muchos otros.
El espíritu de la Navidad es un
duende suelto que nos hace travesuras y nos incita a estar junto al calor del hogar y la
familia. Celebremos la Navidad y despidamos este año con todo el amor que hay
en nuestros corazones.
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