martes, 23 de junio de 2015

NOCHE DE SAN JUAN: RITOS Y TRADICIONES



Cuando hablamos de rito en su sentido más popular prefiero alejarme del concepto estricto de acto religioso o ceremonial, aunque estos también sean ritos, pero existen otros que tienen decididamente un carácter cultural y simbólico más apegado a las tradiciones de los pueblos. Son los ritos que se califican como celebraciones de mitos o interpretaciones de estos y entrañan habitualmente un determinado comportamiento, dictado casi siempre por la práctica ancestral y que se realizan en ceremonias o eventos formales generalmente, aunque suelen tener también carácter festivo.
La tradición es la costumbre y tiene fuerza de norma. De hecho, la costumbre se hace ley, según reza el refrán popular refrendado sociológicamente por el hecho de que, en la historia de la humanidad, la costumbre es una de las fuentes principales del Derecho.
Llegados al Día de San Juan nos encontramos con una tradición y con diversos rituales o ritos. Un gran número de personas en el mundo celebran la Noche de San Juan, tradición pagana surgida en tiempos de los celtas y ligada al inicio del verano, según la fecha del solsticio (entre el 20 y el 23 de junio) y que, con el transcurso del tiempo, fue acogida por el Cristianismo y se conmemora el día del nacimiento de San Juan Bautista.
La religión, en cierto modo, se apoderó de estas fechas de los solsticios relacionándolas con dos de las fiestas más importantes de su tradición. Así, el solsticio de verano se vincula con el día de San Juan, y el de invierno con el nacimiento de Jesús. Curiosamente son los únicos nacimientos que son celebrados.
La celebración data de 5000 años antes de Cristo y comenzó a raíz de la permanente observación de la bóveda celeste por parte de sabios astrónomos-astrólogos. Los antiguos griegos definían este acontecimiento referente al Sol como una puerta de entrada a otra dimensión; el sol mermaba día a día porque penetraba en la dimensión del espíritu de los hombres. Primero lucía en el exterior para después lucir en el interior. El espíritu se recoge sobre sí mismo para asimilar las experiencias vividas que el sol interior ilumina. A esta puerta imaginaria la llamaron Puerta de los Hombres. Al solsticio de invierno lo llamaron la Puerta de los Dioses.
En la cultura celta los druidas celebraban el ritual de Alban Heruin, que consistía en encender hogueras buscando la bendición para las tierras y sus frutos, así como buenos augurios para los enamorados y fertilidad para las mujeres. La magia de los druidas invocando a los Elementales, es decir a los espíritus de los elementos de la naturaleza: las Salamandras del Fuego, las Ondinas del Agua, las Sílfides y Elfos del Aire y los gnomos de la Tierra, son parte de una tradición que nos ha dejado numerosas leyendas y mucho folclore musical.
En México, los guerreros aztecas dedicaban muchos rituales al culto solar para que la “renovación de los fuegos”, ayudara a la tierra y al ser humano a respetar los ciclos y a obtener buenas y abundantes cosecha, así como salud.
Los Incas del Perú festejaban el Inti-Raymi, la fiesta del Sol. Era un espectáculo ver en la explanada de Sacsahuamán, muy cerca de Cuzco, las llamaradas de las fogatas que invocaban al astro rey antes de la salida del sol.
En la tradición hindú, el solsticio estival es la vía de los ancestros, la pitri-yana, igual que para los griegos, es una puerta que conduce al interior. Los Indras adoraban el fuego primordial y aseguran que algunos chamanes durante el ritual del fuego pueden leer el futuro en las llamas. Las cenizas de las hogueras durante el solsticio se conservan todo un año.
Entre los beréberes de África del norte, de Marruecos y de Argelia, se celebra la fiesta del Ansara el 24 de junio. Encienden hogueras en las plazas de los pueblos, en lugares que consideran que necesitan una purificación. Arrojan al fuego hierbas medicinales. Ahúman después sus principales utensilios, herramientas y objetos personales. Consideran que el humo de las hogueras protege los campos cultivados y mata los virus y las malas energías. Seguidamente, saltan siete veces por encima de las brasas, purifican también el interior de las casas y los enfermos con ramas encendidas para ahuyentar los malos espíritus e inmunizarse el cuerpo. Esta tradición procede de la cultura preislámica porque se basa en el calendario solar; actualmente, el calendario musulmán se basa en el calendario lunar aunque se siguen conservando muchos de estos rituales.
La tradición cristiana que celebra la fiesta de san Juan el 24 de junio, adaptó el culto pagano a las enseñanzas bíblicas. Según las Sagradas Escrituras, Zacarías recibió en sueños un mensaje del arcángel Gabriel anunciándole su próxima paternidad. Pero Zacarías no lo creyó, seguro de que su mujer era estéril. Ante la ausencia de fe, Zacarías quedó mudo y sólo recobró la voz el día en que nació su hijo Juan. En agradecimiento a Dios, Zacarías encendió una gran hoguera y en un ritual de purificación, saltó por encima de las llamas recitando cánticos de alabanza al Señor y anunciando el nacimiento de su hijo. Esa es la conmemoración de la Iglesia católica cada 24 de junio, el nacimiento de Juan Bautista, precursor de Jesús, que anuncia el nacimiento de una nueva fe basada no en el rito pagano del planeta, sino en el poder del sol interior.
“El solsticio de verano es una combinación de alegres celebraciones y la toma de conciencia de que la rueda ha alcanzado su punto álgido y ahora se encamina de nuevo hacia la oscuridad. Es hora de reunir a los seres queridos y celebrar en comunidad”.
Cerridwen Iris Shea*
De acuerdo al antiguo calendario pagano que sigue la Rueda del Año con los Sabaats, fiestas solares, el verano comienza en Beltane (1 de mayo) y termina en Lugnasah (1 de agosto). El solsticio de verano marca entonces su punto máximo.
Solsticio deriva del latín “solstitium”: “sol” (el astro) y “stitum” (detención) y marca el día en el que el poder del sol comienza a decrecer y los días se hacen más cortos hasta alcanzar el punto más bajo de su carrera anual el 22 de diciembre, el solsticio de invierno: Yule.
Litha significa Fuego y representa el apogeo de la energía que desde Imbolc (1 de febrero) venimos preparando; el fin de la oscuridad, de la esterilidad, y el comienzo de la época más fértil, donde todo se renueva. Es la abundancia, la belleza de la tierra y el poder de la Luz.
La celebración de Litha es normalmente el 21 de Junio, pero varía entre el 20 y el 23 dependiendo de la rotación de la Tierra alrededor del sol.
En este artículo ya explicamos el significado del solsticio y Litha a nivel astronómico, a nivel mágico y a nivel práctico, pero recordemos que Litha es un tiempo especial para mirar internamente a las semillas que hemos plantado los meses previos y para retomar los proyectos que se han dejado pendientes.
Un tiempo de celebrar el final del año creciente y el comienzo del año menguante, en preparación de la cosecha por venir.
Aquí sugieren diferentes ritos y purificaciones personales y del hogar, pero hagamos lo que hagamos, merece la pena compartir en comunidad -familia, amigos- el meridiano anual que representa Litha.
(*Cita extraída de la Agenda de las Brujas 2010)
Solsticio de verano en Stonehenge
“El conjunto megalítico de Stonehenge, situado en el suroeste de Inglaterra, congregó como cada año a más de 20 000 personas para celebrar el solsticio de verano. Durante cinco mil años, y en su época de más esplendor, Stonehenge fue utilizado para ceremonias religiosas y, desde hace varias décadas es tradición en Inglaterra acudir a este complejo para celebrar la llegada del verano. Es solo durante el solsticio cuando se permite el acceso al anillo que forman las piedras.
El solsticio de verano ha estado más estrechamente relacionado con el mundo místico, de hadas, duendes y seres sobrenaturales. Una de las celebraciones más famosas del solsticio de verano es la que tiene lugar cada año en Stonehenge, donde el año pasado llegaron a reunirse más de 36 000 personas para recibir el verano en la llanura de Salisbury.
El término solsticio deriva de la unión de dos palabras latinas sol (sol) y sistere (permanecer quieto). Durante unas horas parecerá que el Sol se detiene en el cielo y cuando se ponga llegará la noche más corta del año que dará lugar al solsticio de verano. Y a partir de ahí los días irán acortándose, como si el Sol se fuera apagando.
El hemisferio norte del planeta celebrará este 21 de junio el solsticio de verano, mientras que en el hemisferio sur se festejará el de invierno, y en ambas partes del planeta el fuego suele ser el hilo conductor de las celebraciones.
En España, el solsticio de verano está asociado a la noche de San Juan. Una noche mágica donde millones de hogueras se encienden en las calles, plazas y playas del país para dar la bienvenida al verano. Pero dentro del territorio nacional, cada comunidad además tiene sus particularidades: en Galicia es noche de meigas, en Almería es tradición mojarse los ojos a las 12 de la noche, en Motril se le piden tres deseos al fuego escritos en papel y se arrojan tres cosas malas al mar... Diferentes formas de disfrutar del solsticio de verano que son representativas de esa tradición pagana que da entrada a una nueva estación.
La celebración del solsticio de verano en Portugal guarda muchas similitudes con lo que sucede al norte del Miño. En Oporto se comen sardinas con pimientos alrededor de una hoguera, que debe saltarse solo con brincos impares. Además se permite el uso de un martelinho de plástico para golpear la cabeza de los viandantes.
En el solsticio de verano en Noruega, con apenas hora y media de oscuridad por la noche, se encienden grandes fogatas en la penumbra solar y se narran cuentos de troles para celebrar el Jonsok. Suecia también tiene su particular forma de festejar el solsticio de verano con tres días de fiesta desde el 21 de junio. Durante el Midsommar se engalana con flores el mástil de San Juan, que una vez completo, se alza para que todos puedan contemplarlo.
En la capital de Puerto Rico, San Juan, sus habitantes se tiran siete veces al mar, de espaldas, a las doce de la noche como un rito para alejar la mala suerte de sus vidas.
Aunque sin duda, uno de los festejos que más llama la atención en el solsticio es el que se lleva a cabo en Paraguay donde se juega a la pelota tatá. Se impregna una bola de trapo con combustible, se le prende fuego y la gente la aleja a golpes por una plaza”.
Los solsticios son días muy especiales por su relación con el Sol, hasta el punto que la mayor parte de las civilizaciones lo consideraban motivo de celebración. Un festejo que todavía sigue vivo en nuestros días.
El rito principal asociado a la fecha es encender una hoguera, aunque son muchos los rituales vinculados al agua, (ya sea de manantiales, al rocío o al agua de mar) y a la tierra, por la cantidad de plantas relacionadas, comenzando por la que lleva el nombre de yerba de San Juan.
En los ritos se involucran tres de los cuatro elementos primigenios: la tierra, el agua y el fuego, solo queda el aire fuera de los ritos consagrados. Estos ritos son fundamentalmente de purificación y de exorcismo, al querer eliminar las energías o espíritus negativos.

En el momento en que el sol ilumine el amanecer del día 24, las aguas de fuentes y arroyos se cargan de poderes especiales para curar y brindar protección a la gente. Quien se bañe en el rocío que cae esa noche quedará protegido durante todo el año. Meterse desnudo de espaldas al mar mirando la luna, permitirá a quien lo haga tener buena suerte y ciertos prodigios a lo largo del año. Pedir deseos al saltar por las hogueras es otra de las costumbres más emblemáticas y populares. Lanzar objetos que traen malos recuerdos o cartas con la lista de los miedos y las personas que quieres desechar de tu lado. Un ritual muy usado para obtener suerte y una conciencia equilibrada.3
Otros rituales
Las plantas son otro elemento importante en la noche de San Juan. Se dice que será afortunado quien vea florecer la hierbabuena esta noche, pero debe mantenerlo en secreto.
Si en la víspera se planta una hortensia en una maceta y se pide un deseo, este se cumplirá si florece.
Otras formas de conseguir que tu deseo se haga realidad: pon muérdago bajo la almohada. También se suele poner bajo la almohada una rama de hiedra común y un papel en blanco con un deseo. Enciende una vela blanca y deja que se consuma. La cera que haya quedado de la vela se introduce junto al papel y la hiedra. Al día siguiente se quema el papel y se entierra el resto de elementos para que prospere el deseo.
Para atraer el amor y la riqueza, recoge verbena el día de San Juan cuando en el cielo no pueda verse el sol ni la luna. Si sales a buscar un trébol esa noche debes tener en cuenta lo siguiente: uno de dos hojas atraerá a un amante; de tres, te servirá de amuleto; de cuatro, proporcionará dinero y amor; y de cinco, será un imán para las riquezas.
Si lo que deseas es encontrar el amor de tu vida, enciende dos velas rojas en el dormitorio. En un papel, escribe tu nombre y el de la persona a la que quieres atraer a tus brazos o bien escribe A.G. (alma gemela) si no tienes a nadie en concreto. Después, pon en un cazo con agua tres partes de verbena, tres de milenrama, tres de lavanda, una parte de jengibre y 12 pétalos de rosa roja. Deja cocer hasta que entre en ebullición. Esta infusión la colamos y cuando esté fría, rociamos con ella la habitación. Dobla el papel con la cera de las velas que haya quedado y guárdalo todo debajo de la almohada. Los entendidos dicen que verás en sueños tu futuro sentimental.
Un último rito: derrama tinta sobre una hoja de papel y dóblala dos veces. A la mañana siguiente abre la hoja, la tinta habrá hecho un dibujo que deberás interpretar. Quizá te dé algunas claves sobre el devenir de tu vida.
Galicia, tierra de meigas
En Galicia, tierra de meigas, se dice que es la noche del 23 de junio el momento de espantar los malos espíritus. Es precisamente la víspera de San Juan cuando -según la leyenda- se comunica el mundo del más allá con el del más acá. A las hogueras se le atribuye protección y buena suerte y es tradición saltar nueve veces por encima del fuego.
Aunque las llamas se ven por toda Galicia destaca la fiesta de La Coruña considerada de Interés Turístico Internacional o la de la Isla de Arosa donde el ambiente festivo en las playas de arena blanca son de las más famosas de España. Aquí destaca el ritual de las hierbas aromáticas que son dejadas en el agua hasta la mañana siguiente para obtener propiedades terapéuticas y limpiadoras.
El agua es otro elemento importante. Darse un baño en el mar durante la noche de San Juan, asegura salud para todo el año. Si se saltan nueve olas dando la espalda al mar, se consigue también la eliminación de energías negativas y aumentar la fertilidad femenina.
Las Hogueras en Alicante
En Alicante, del 20 al 24 de junio se viven los días grandes de la ciudad. Las Hogueras de San Juan son las fiestas oficiales declaradas de Interés Turístico Internacional y Bien de Interés Cultural Inmaterial. Los ritos mágicos se multiplican y van desde el rito de las agujas flotantes, dormir con tres patatas debajo de la almohada o saltar siete veces la hoguera.
Los «Juanillos» de Cádiz
En Andalucía la gente se lava la cara a medianoche con la intención de mantenerse sanos o guapos (según las versiones) todo el año. Un detalle: esa noche nadie puede mirarse al espejo después de bañarse si se quiere que el hechizo sea efectivo.
En algunas ciudades de la provincia de Cádiz como Algeciras, La Línea de la Concepción o Conil las playas se llenan de muñecos de trapo llamados Juanillos que arden al llegar la media noche con deseos secretos escondidos en su interior. En Málaga los Juanillos son sustituidos por los Júas.
Asturias y el culto al agua
En Asturias se celebra el culto al agua. En la noche de San Juan, a las doce, la gente se baña en fuentes, ríos o playas, con la creencia de que en esa noche, los campos, montes, ríos, arroyos y fuentes serán bendecidos y el agua les traerá salud y les protegerá de las enfermedades.
Baleares y Cataluña
En Mallorca, Formentera e Ibiza se organizan hogueras en las plazas y no falta la música y los bailes. Uno de los rituales clásicos es el de escribir en un papel los deseos para el próximo año y quemarlo al fuego dando tres saltos.
En Cataluña, la Revetlla de Sant Joan o la «Nit del Foc» son una tradición arraigada en pueblos y ciudades y es típico encender las hogueras y comer la clásica coca de San Juan.
Las hierbas aromáticas, las mejores aliadas
Hiedra común, muérdago, ruda, verbena, hierba de San Juan, laurel, albahaca, romero, hinojo, artemisa... Algunas hierbas aromáticas y plantas tienen una presencia importante en los rituales de esta noche. Son la expresión fiel de la tierra, el elemento que nos faltaba en una noche mágica.
En general, la práctica que se hace es dejarlas en agua toda la noche para lavarse con ellas a la mañana siguiente.
Si tienes varios pretendientes y no sabes por cuál decidirte existe un ritual que invita a que coloques bajo tu almohada papeles doblados con el nombre de cada uno de ellos escrito en él. El que esté abierto, o más abierto, a la mañana siguiente, será el que debas elegir.
Un ritual de la noche de San Juan más sencillo indica que puedes colocar muérdago bajo tu almohada antes de pedir un deseo para que éste se convierta en realidad.
Si deseas que tus sueños de esta noche revelen algo importante de tu vida, coloca bajo tu almohada nueve flores (de cualquier tipo) y pide en alto a tu sueño antes de dormir que te revele algo concreto que desees conocer sobre tu futuro.
Creencias vascas
En Euskadi no faltan rituales relacionados con la noche de San Juan. Según la creencia popular, la noche de víspera de San Juan también es la noche de los genios: se dice que si se deja una cajita abierta en algunos montes se puede atrapar a estos fantasmas, y que al día siguiente ofrecerán sus servicios mágicos al propietario de la caja. Asimismo, en varias localidades vascas se dice que el día de San Juan baila el sol, y hay costumbre de lavarse en el río o de pasear descalzo o desnudo en los herbales y trigales cargados de rocío en la mañana de San Juan para curar y evitar la sarna, el herpe y otras enfermedades cutáneas. En muchos pueblos plantan en la plaza o delante de una iglesia un chopo bien desmochado de ramas y descortezado. Esa labor la llevan a cabo los mozos en la noche del 23 de junio. Es lo que se conoce como 'el árbol de San Juan'. También existe un dicho muy extendido que señala que levantándose temprano por San Juan, temprano se levantará todo el año, o no tendrá sueño por todo el año.
Las plantas juegan un papel importante en esta noche de rituales. En varias localidades vascas hay quien lleva a la iglesia en la mañana de San Juan a bendecir ramilletes de yerbas y flores.
También se hacen dibujos o manchas de tinta para adivinar el futuro, ya que esa noche todo es posible.
Otros rituales para tus propósitos
La tradición marca otros muchos rituales mágicos relacionados con la noche de San Juan. Estos son algunos de ellos:
El agua de manantial recogida la mañana siguiente a la noche de San Juan tiene propiedades curativas y ahuyenta el mal de ojo. Asimismo, lavarse la cara y el pelo con esta agua o la de rocío de la noche de San Juan asegura salud y belleza para el resto del año.
Hacer una cruz en los árboles a medianoche hace que las promesas hechas junto a ellos se mantengan toda la vida.
La fertilidad de la tierra se consigue enterrando en ella un pedazo de vela que haya ardido durante la noche de San Juan.
Para que sepas qué hacer esta noche te dejamos a continuación una serie de "rituales" de la costumbre popular, por si te atreves a practicarlos:
- Higuera musical: si te colocas debajo de este árbol con una guitarra, automáticamente, aprenderás a tocar un instrumento como por “arte de magia”.
- Esperma en recipiente de agua: se coloca esperma en una fuente de agua fría, después de enfriarse el agua, las espermas adoptan ciertas formas donde se puede dilucidar la suerte.
- Fuente de agua: si pones una fuente con agua, un espejo y dos velas blancas, verás aparecer lo más importante que se aproxima a tu vida.
- La yema de huevo: se puede leer la suerte en la yema de un huevo, vaciado en un vaso. Es ahí donde dicen que se forman las imágenes.
- El nombre de tu futuro marido o mujer: Si quieres saber quién va a ser tu marido o mujer, entierra tres porotos, asignándole a cada poroto el nombre de un pretendiente. Aquel poroto que amanezca más brotado revelará el nombre del futuro cónyuge.
- Invitar a un desconocido: Según Oreste Plath, entre las tradiciones que han desaparecido en Chile figura la de salir a la puerta de las casa, coger al primer transeúnte que pase e invitarlo a entrar y hacerse parte de la fiesta.
- El futuro según tres papas: Para saber cómo le irá a la persona en el amor o en el dinero, primero hay que colocar tres papas debajo de la cama: una sin pelar, otra a medio pelar y la tercera pelada. A media noche se saca una papa sin mirar. Si se escoge la pelada tendrá muchos problemas, a medio pelar no le irá mal, pero tampoco bien, si saca la sin pelar le irá muy bien.
- Cuidado con el reflejo: Se dice que al dar las 12 en punto se puede ver en el reflejo del espejo al mismísimo señor de las tinieblas dispuesto a ofrecer un buen trato para negociar tu alma. 
Y La Voz de Galicia cierra con estas nueve cosas que debes saber sobre la noche de San Juan:
1. La protección del fuego. Saltar la hoguera o pasar por encima de ellas asegura protección durante el resto del año. El ritual en Galicia marca que es necesario hacerlo al menos nueve veces
2. El agua garantía de salud y fertilidad. Aquellos que se atrevan a plantarle cara a la helada agua del mar, tendrán garantizada salud. Si además se busca una recompensa mayor, no bastará tan solo con mojar un poco los pies. Y es que si se saltan nueve olas dando la espalda al mar, se conseguirá también la eliminación de energías negativas. Aquellas que estén pensando en ser madres deberán sumarse a eso de los nueve saltos, y si es en la playa de La Lanzada mucho mejor, ya que los más supersticiosos asegura que así se consigue aumentar la fertilidad femenina.
3. Lavarse la cara, pero sin mirarse al espejo. En algunos lugares la tradición marca que hay que lavarse la cara justo a medianoche para poder mantenerse sanos y atractivos durante todo el año. Pero, es necesario recordar, que si durante la noche más corta del año te miras al espejo después de bañarte o de lavarte la cara, el hechizo dejará de ser efectivo.
4. Confiando en las hierbas de San Xoan. Las plantas son una de las cuestiones más importantes durante la noche de San Juan. Sus propiedades terapéuticas y limpiadoras las convierten en uno de los rituales más repetidos a lo largo y ancho del territorio gallego. Si bien es cierto que cada maestrillo tiene su librillo, hay siete hierbas que no deben faltar en ningún mejunje que se precie.
- El fiuncho o hinojo. Es una de las básicas. Se cree que espanta a los malos espíritus y es muy especial para apartar el mal de ojo. Como medicina es muy efectiva contra las inflamaciones de ojos o las malas digestiones.
- El fento macho o helecho. Es uno de los antiparásitos naturales más efectivos. La leyenda asegura que solo durante la noche de San Juan esta peculiar planta florece para, a la mañana siguiente, volver a su forma original.
- El codeso. A pesar de que esta planta es tóxica para el ganado, su capacidad para «barrer» (en alguna ocasión hasta de forma literal, porque son usados por algunos como una escoba) los malos espíritus la convierte en una de las plantas básicas de la Noite Meiga.
- La abeloura o hierba de San Juan. Era utilizada como cicatrizante y antiséptica por los curanderos. Considerada como una de las plantas que eliminan de las casas la presencia del demonio, el refranero de Galicia tiene una frase dedicada a su poder: «A herba de San Xoán limpa a cara de grans».
- La malva común. Tiene capacidades curativas para la bronquitis, los nervios o incluso los problemas digestivos. 
- El romeu o romero. Era empleado tradicionalmente como medicina natural contra el reuma, la artritis, los trastornos del sistema circulatorio o los males de garganta. Además, se considera que es la principal protectora de los hogares durante la noche de San Juan.
- Hierba luisa. Es la hierba que debes utilizar si lo que buscas el próximo año es el amor.
Una vez recogidas habrá que preparar el agua. En primer lugar hay que coger agua de siete fuentes diferentes, meter todas estas plantas en el líquido y dejarlas reposar durante toda la noche a la intemperie. Cuando la mañana de San Juan nos levantemos, lo primero que hay que hacer es lavarse la cara con esa agua, con la que conseguiremos prevenir enfermedades cutáneas y rejuvenecer la piel.
5. A dormir, con un manojo de hierbas de San Juan. Algunos aseguran que acostarse con un manojo de hierbas de San Juan al lado de la cama, consigue que al amanecer del día siguiente se nos revele quién será nuestra futura pareja.
6. «Meigas fora», con una buena queimada. No hay San Juan sin queimada. La bebida más tradicional durante la noche del 23 de junio debe llevar aguardiente, frutas y mucho azúcar y debe ser realizada en una buena marmita. Ningún efecto mágico tendrá la rica queimada si en su preparación falta el típico «Conxuro».
7. Un deseo. Si lo que quieres es que se cumpla un deseo, lo que debes hacer es poner bajo la almohada una rama de hiedra común junto con un papel blanco con tu deseo escrito; además, habrá que encender una vela y dejarla consumirse toda la noche. Por la mañana, lo primero que habrá que hacer al levantarse será quemar en lo que quede de vela el papel y enterrar la cera que quede junto con la hiedra. 
8. La planta de la verbena para hacerse rico. Dicen que si se recoge un ramito de verbena durante la noche de San Juan (cuando no puedan verse ni el sol ni la luna) se conseguirá prosperidad económica.
9. Una promesa para siempre. Dicen que aquellos que marquen una cruz en el tronco de un árbol mientras realizan una promesa, esta se convertirá en irrompible.



Fuentes: La Voz de Galicia; 24horas.cl; mujerhoy.com; abc.es; diariovasco.com; redmilenaria.com; laopiniondezamora.es.

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