Cuando
hablamos de rito en su sentido más popular prefiero alejarme del concepto
estricto de acto religioso o ceremonial, aunque estos también sean ritos, pero
existen otros que tienen decididamente un carácter cultural y simbólico más
apegado a las tradiciones de los pueblos. Son los ritos que se califican como
celebraciones de mitos o interpretaciones de estos y entrañan habitualmente un
determinado comportamiento, dictado casi siempre por la práctica ancestral y
que se realizan en ceremonias o eventos formales generalmente, aunque suelen
tener también carácter festivo.
La
tradición es la costumbre y tiene fuerza de norma. De hecho, la costumbre se
hace ley, según reza el refrán popular refrendado sociológicamente por el hecho
de que, en la historia de la humanidad, la costumbre es una de las fuentes principales
del Derecho.
Llegados
al Día de San Juan nos encontramos con una tradición y con diversos rituales o
ritos. Un gran número de personas en el mundo celebran la Noche de San Juan, tradición
pagana surgida en tiempos de los celtas y ligada al inicio del verano, según la
fecha del solsticio (entre el 20 y el 23 de junio) y que, con el transcurso del
tiempo, fue acogida por el Cristianismo y se conmemora el día del nacimiento de
San Juan Bautista.
La religión, en
cierto modo, se apoderó de estas fechas de los solsticios relacionándolas con
dos de las fiestas más importantes de su tradición. Así, el solsticio de verano
se vincula con el día de San Juan, y el de invierno con el nacimiento de
Jesús. Curiosamente son los únicos nacimientos que son celebrados.
La celebración
data de 5000 años antes de Cristo y comenzó a raíz de la permanente observación
de la bóveda celeste por parte de sabios astrónomos-astrólogos. Los antiguos
griegos definían este acontecimiento referente al Sol como una puerta de
entrada a otra dimensión; el sol mermaba día a día porque penetraba en la
dimensión del espíritu de los hombres. Primero lucía en el exterior para
después lucir en el interior. El espíritu se recoge sobre sí mismo para
asimilar las experiencias vividas que el sol interior ilumina. A esta puerta
imaginaria la llamaron Puerta de los Hombres. Al solsticio de invierno lo
llamaron la Puerta de los Dioses.
En la cultura celta
los druidas celebraban el ritual de Alban
Heruin, que consistía en encender hogueras buscando la bendición
para las tierras y sus frutos, así como buenos augurios para los enamorados y
fertilidad para las mujeres. La magia de los druidas invocando a los
Elementales, es decir a los espíritus de los elementos de la naturaleza: las
Salamandras del Fuego, las Ondinas del Agua, las Sílfides y Elfos del Aire y
los gnomos de la Tierra, son parte de una tradición que nos ha dejado numerosas
leyendas y mucho folclore musical.
En México, los
guerreros aztecas dedicaban muchos rituales al culto solar para que la
“renovación de los fuegos”, ayudara a la tierra y al ser humano a respetar los
ciclos y a obtener buenas y abundantes cosecha, así como salud.
Los Incas del Perú
festejaban el Inti-Raymi,
la fiesta del Sol. Era un espectáculo ver en la explanada de Sacsahuamán, muy
cerca de Cuzco, las llamaradas de las fogatas que invocaban al astro rey antes de
la salida del sol.
En la tradición hindú,
el solsticio estival es la vía de los ancestros, la pitri-yana, igual que para los griegos, es una
puerta que conduce al interior. Los Indras adoraban el fuego primordial y
aseguran que algunos chamanes durante el ritual del fuego pueden leer el futuro
en las llamas. Las cenizas de las hogueras durante el solsticio se conservan
todo un año.
Entre los beréberes
de África del norte, de Marruecos y de Argelia, se celebra la fiesta del Ansara el 24 de junio.
Encienden hogueras en las plazas de los pueblos, en lugares que consideran que
necesitan una purificación. Arrojan al fuego hierbas medicinales. Ahúman después
sus principales utensilios, herramientas y objetos personales. Consideran que
el humo de las hogueras protege los campos cultivados y mata los virus y las
malas energías. Seguidamente, saltan siete veces por encima de las brasas,
purifican también el interior de las casas y los enfermos con ramas encendidas
para ahuyentar los malos espíritus e inmunizarse el cuerpo. Esta tradición
procede de la cultura preislámica porque se basa en el calendario solar;
actualmente, el calendario musulmán se basa en el calendario lunar aunque se
siguen conservando muchos de estos rituales.
La tradición cristiana
que celebra la fiesta de san Juan el 24 de junio, adaptó el culto pagano a las
enseñanzas bíblicas. Según las Sagradas Escrituras, Zacarías recibió en sueños
un mensaje del arcángel Gabriel anunciándole su próxima paternidad. Pero
Zacarías no lo creyó, seguro de que su mujer era estéril. Ante la ausencia de
fe, Zacarías quedó mudo y sólo recobró la voz el día en que nació su hijo Juan.
En agradecimiento a Dios, Zacarías encendió una gran hoguera y en un ritual de
purificación, saltó por encima de las llamas recitando cánticos de alabanza al
Señor y anunciando el nacimiento de su hijo. Esa es la conmemoración de la
Iglesia católica cada 24 de junio, el nacimiento de Juan Bautista, precursor de Jesús, que anuncia el nacimiento de una nueva fe basada no
en el rito pagano del planeta, sino en el poder del sol interior.
“El
solsticio de verano es una combinación de alegres celebraciones y la toma de
conciencia de que la rueda ha alcanzado su punto álgido y ahora se encamina de
nuevo hacia la oscuridad. Es hora de reunir a los seres queridos y celebrar en
comunidad”.
Cerridwen Iris Shea*
De acuerdo al antiguo
calendario pagano que sigue la Rueda del Año con los Sabaats, fiestas solares,
el verano comienza en Beltane (1 de mayo) y termina en Lugnasah (1 de agosto).
El solsticio de verano marca entonces su punto máximo.
Solsticio deriva del
latín “solstitium”: “sol” (el astro) y “stitum” (detención) y marca el día en
el que el poder del sol comienza a decrecer y los días se hacen más cortos
hasta alcanzar el punto más bajo de su carrera anual el 22 de diciembre, el
solsticio de invierno: Yule.
Litha significa Fuego
y representa el apogeo de la energía que desde Imbolc (1 de febrero) venimos
preparando; el fin de la oscuridad, de la esterilidad, y el comienzo de la
época más fértil, donde todo se renueva. Es la abundancia, la belleza de la
tierra y el poder de la Luz.
La celebración de
Litha es normalmente el 21 de Junio, pero varía entre el 20 y el 23 dependiendo
de la rotación de la Tierra alrededor del sol.
En este artículo ya
explicamos el significado del solsticio y Litha a nivel astronómico, a nivel
mágico y a nivel práctico, pero recordemos que Litha es un tiempo especial para
mirar internamente a las semillas que hemos plantado los meses previos y para
retomar los proyectos que se han dejado pendientes.
Un tiempo de celebrar
el final del año creciente y el comienzo del año menguante, en preparación de
la cosecha por venir.
Aquí sugieren
diferentes ritos y purificaciones personales y del hogar, pero hagamos lo que
hagamos, merece la pena compartir en comunidad -familia, amigos- el meridiano
anual que representa Litha.
(*Cita extraída
de la Agenda de las Brujas 2010)
Solsticio de verano en Stonehenge
“El conjunto
megalítico de Stonehenge, situado en el suroeste de Inglaterra, congregó como
cada año a más de 20 000 personas para celebrar el solsticio de verano.
Durante cinco mil años, y en su época de más esplendor, Stonehenge fue
utilizado para ceremonias religiosas y, desde hace varias décadas es tradición
en Inglaterra acudir a este complejo para celebrar la llegada del verano. Es
solo durante el solsticio
cuando se permite el acceso al anillo que forman las piedras.
El solsticio de verano ha
estado más estrechamente relacionado con el mundo místico, de hadas,
duendes y seres sobrenaturales. Una de las celebraciones más famosas del
solsticio de verano es la que tiene lugar cada año en Stonehenge, donde el año
pasado llegaron a reunirse más de 36 000 personas para recibir el verano en la
llanura de Salisbury.
El término solsticio deriva de la unión de dos palabras latinas sol
(sol) y sistere (permanecer quieto). Durante unas horas parecerá que el
Sol se detiene en el cielo y cuando se ponga llegará la noche más corta del año
que dará lugar al solsticio de verano. Y a partir de ahí los días irán
acortándose, como si el Sol se fuera apagando.
El hemisferio norte del planeta celebrará este 21 de junio el solsticio
de verano, mientras que en el hemisferio sur se festejará el de
invierno, y en ambas partes del planeta el fuego suele ser el hilo conductor de
las celebraciones.
En España, el solsticio de verano
está asociado a la noche de San Juan. Una noche mágica donde millones de
hogueras se encienden en las calles, plazas y playas del país para dar la
bienvenida al verano. Pero dentro del territorio nacional, cada comunidad
además tiene sus particularidades: en Galicia es noche de meigas, en Almería es
tradición mojarse los ojos a las 12 de la noche, en Motril se le piden tres
deseos al fuego escritos en papel y se arrojan tres cosas malas al mar...
Diferentes formas de disfrutar del solsticio de verano que son representativas
de esa tradición pagana que da entrada a una nueva estación.
La celebración del solsticio de verano en
Portugal guarda muchas similitudes con lo que sucede al norte del Miño. En
Oporto se comen sardinas con pimientos alrededor de una hoguera, que debe
saltarse solo con brincos impares. Además se permite el uso de un martelinho de plástico
para golpear la cabeza de los viandantes.
En el solsticio de
verano en Noruega, con apenas hora y media de oscuridad por la noche, se encienden
grandes fogatas en la penumbra solar y se narran cuentos de troles para
celebrar el Jonsok. Suecia también tiene su particular forma de festejar
el solsticio de verano
con tres días de fiesta desde el 21 de junio. Durante el Midsommar se engalana
con flores el mástil de San Juan, que una vez completo, se alza para que todos
puedan contemplarlo.
En la capital de
Puerto Rico, San Juan, sus habitantes se tiran siete veces al mar, de espaldas,
a las doce de la noche como un rito para alejar la mala suerte de sus vidas.
Aunque sin duda, uno
de los festejos que más llama la atención en el solsticio es el que se lleva a
cabo en Paraguay donde se juega a la pelota tatá. Se impregna una bola de trapo
con combustible, se le prende fuego y la gente la aleja a golpes por una plaza”.
Los solsticios son
días muy especiales por su relación con el Sol, hasta el punto que la mayor
parte de las civilizaciones lo consideraban motivo de celebración. Un festejo
que todavía sigue vivo en nuestros días.
El rito
principal asociado a la fecha es encender una hoguera, aunque son muchos los
rituales vinculados al agua, (ya sea de manantiales, al rocío o al agua de mar)
y a la tierra, por la cantidad de plantas relacionadas, comenzando por la que
lleva el nombre de yerba de San Juan.
En los
ritos se involucran tres de los cuatro elementos primigenios: la tierra, el
agua y el fuego, solo queda el aire fuera de los ritos consagrados. Estos ritos
son fundamentalmente de purificación y de exorcismo, al querer eliminar las
energías o espíritus negativos.
En el momento en que el sol ilumine
el amanecer del día 24, las aguas de fuentes y arroyos se cargan de poderes
especiales para curar y brindar protección a la gente. Quien se bañe en el
rocío que cae esa noche quedará protegido durante todo el año. Meterse desnudo
de espaldas al mar mirando la luna, permitirá a quien lo haga tener buena suerte y ciertos prodigios a lo largo del año. Pedir deseos al saltar por
las hogueras es otra de las costumbres más emblemáticas y populares. Lanzar
objetos que traen malos recuerdos o cartas con la lista de los miedos y las
personas que quieres desechar de tu lado. Un ritual muy usado para obtener
suerte y una conciencia equilibrada.3
Otros
rituales
Las plantas son otro
elemento importante en la noche de San Juan. Se dice que será afortunado quien
vea florecer la hierbabuena esta noche, pero
debe mantenerlo en secreto.
Si en la víspera se
planta una hortensia en una maceta y se pide un deseo, este se cumplirá si
florece.
Otras formas de conseguir
que tu deseo se haga realidad: pon muérdago
bajo la almohada. También se suele poner bajo la almohada una
rama de hiedra común y
un papel en blanco con un deseo. Enciende una vela blanca y deja que se
consuma. La cera que haya quedado de la vela se introduce junto al papel y la
hiedra. Al día siguiente se quema el papel y se entierra
el resto de elementos para
que prospere el deseo.
Para atraer el amor y
la riqueza, recoge verbena el día de San Juan cuando en el cielo no pueda verse
el sol ni la luna. Si sales a buscar un trébol esa noche debes tener en cuenta
lo siguiente: uno de dos hojas atraerá a un amante;
de tres, te servirá de amuleto;
de cuatro, proporcionará dinero y amor;
y de cinco, será un imán para las riquezas.
Si lo que deseas es
encontrar el amor de tu vida, enciende dos velas rojas en el dormitorio. En un
papel, escribe tu nombre y el de la persona a la que
quieres atraer a tus brazos o bien escribe A.G. (alma gemela) si no
tienes a nadie en concreto. Después, pon en un cazo con agua tres partes de
verbena, tres de milenrama, tres de lavanda, una parte de jengibre y 12 pétalos
de rosa roja. Deja cocer hasta que entre en ebullición. Esta infusión la
colamos y cuando esté fría, rociamos con ella la habitación.
Dobla el papel con la cera de las velas que haya quedado y guárdalo todo debajo
de la almohada. Los entendidos dicen que verás en sueños tu futuro sentimental.
Un último rito:
derrama tinta sobre una hoja de papel y dóblala dos veces. A la mañana
siguiente abre la hoja, la tinta habrá hecho un dibujo que deberás interpretar.
Quizá te dé algunas claves sobre el devenir de tu vida.
Galicia, tierra de meigas
En Galicia, tierra de meigas, se dice que es la noche del 23 de junio el
momento de espantar los malos espíritus. Es precisamente la víspera de San Juan
cuando -según la leyenda- se comunica el mundo del más allá con el del más acá.
A las hogueras se le atribuye protección
y buena suerte y es tradición saltar nueve veces por encima del
fuego.
Aunque las llamas se ven por toda Galicia destaca la fiesta de La Coruña considerada de Interés
Turístico Internacional o la de la Isla
de Arosa donde el ambiente festivo en las playas de arena blanca son de
las más famosas de España. Aquí destaca el ritual de las hierbas aromáticas que son dejadas en el agua
hasta la mañana siguiente para obtener propiedades terapéuticas y limpiadoras.
El agua es otro elemento importante. Darse un baño en el mar durante la
noche de San Juan, asegura salud para todo el año. Si se saltan nueve olas
dando la espalda al mar, se consigue también la eliminación de energías
negativas y aumentar la
fertilidad femenina.
Las Hogueras en Alicante
En Alicante, del 20 al 24
de junio se viven los días grandes de la ciudad. Las Hogueras de San Juan son las fiestas oficiales declaradas de Interés Turístico Internacional y
Bien de Interés Cultural Inmaterial. Los ritos mágicos se multiplican y van
desde el rito de las agujas flotantes, dormir con tres patatas debajo de la
almohada o saltar siete veces la hoguera.
Los «Juanillos» de Cádiz
En Andalucía la gente se lava la cara a medianoche con la
intención de mantenerse sanos o guapos (según las versiones) todo el año. Un
detalle: esa noche nadie puede mirarse al espejo después de bañarse si
se quiere que el hechizo sea efectivo.
En algunas ciudades de la provincia
de Cádiz como Algeciras, La Línea de la Concepción o Conil las
playas se llenan de muñecos de trapo llamados Juanillos que arden al
llegar la media noche con deseos secretos escondidos en su interior. En Málaga
los Juanillos son sustituidos por los Júas.
Asturias y el culto al agua
En Asturias se celebra el culto al agua. En la noche de San Juan, a las
doce, la gente se baña en fuentes, ríos
o playas, con la creencia de que en esa noche, los campos, montes, ríos,
arroyos y fuentes serán bendecidos y el agua les traerá salud y les protegerá
de las enfermedades.
Baleares y Cataluña
En Mallorca, Formentera e Ibiza se organizan hogueras en las
plazas y no falta la música y los bailes. Uno de los rituales clásicos es el de
escribir en un papel los deseos para el próximo año y quemarlo al fuego dando
tres saltos.
En Cataluña, la Revetlla de Sant Joan o la «Nit del Foc»
son una tradición arraigada en pueblos y ciudades y es típico encender las
hogueras y comer la clásica coca de San Juan.
Las
hierbas aromáticas, las mejores aliadas
Hiedra común,
muérdago, ruda, verbena, hierba de San Juan, laurel, albahaca, romero, hinojo,
artemisa... Algunas hierbas aromáticas y plantas tienen una presencia
importante en los rituales de esta noche. Son la expresión fiel de la tierra,
el elemento que nos faltaba en una noche mágica.
En general, la
práctica que se hace es dejarlas en agua toda la noche para lavarse con ellas a
la mañana siguiente.
Si tienes varios
pretendientes y no sabes por cuál decidirte existe un ritual que invita a que
coloques bajo tu almohada papeles doblados con el nombre de cada uno de ellos
escrito en él. El que esté abierto, o más abierto, a la mañana siguiente, será
el que debas elegir.
Un ritual de la noche
de San Juan más sencillo indica que puedes colocar muérdago bajo tu almohada antes de pedir un
deseo para que éste se convierta en realidad.
Si deseas que tus
sueños de esta noche revelen algo importante de tu vida, coloca bajo tu
almohada nueve flores (de cualquier tipo) y pide en alto a tu sueño antes de
dormir que te revele algo concreto que desees conocer sobre tu futuro.
Creencias vascas
En Euskadi no faltan
rituales relacionados con la noche de San Juan. Según la creencia popular, la
noche de víspera de San Juan también es la noche de los genios: se dice que si
se deja una cajita abierta en algunos montes se puede atrapar a estos
fantasmas, y que al día siguiente ofrecerán sus servicios mágicos al
propietario de la caja. Asimismo, en varias localidades vascas se dice que el
día de San Juan baila el sol, y hay costumbre de lavarse en el río o de pasear descalzo o desnudo en los
herbales y trigales cargados de rocío en la mañana de San Juan
para curar y evitar la sarna, el herpe y otras enfermedades cutáneas. En muchos
pueblos plantan en la plaza o delante de una iglesia un chopo bien desmochado
de ramas y descortezado. Esa labor la llevan a cabo los mozos en la noche del
23 de junio. Es lo que se conoce como 'el árbol de San Juan'. También existe un
dicho muy extendido que señala que levantándose temprano por San Juan, temprano
se levantará todo el año, o no tendrá sueño por todo el año.
Las plantas juegan un
papel importante en esta noche de rituales. En varias localidades vascas hay
quien lleva a la iglesia
en la mañana de San Juan a bendecir ramilletes de yerbas y flores.
También se hacen
dibujos o manchas de tinta para adivinar el futuro, ya que esa noche todo es
posible.
Otros rituales para tus propósitos
La tradición marca
otros muchos rituales mágicos relacionados con la noche de San Juan. Estos son
algunos de ellos:
El agua de manantial recogida la mañana
siguiente a la noche de San
Juan tiene propiedades curativas y ahuyenta el mal de ojo. Asimismo, lavarse la
cara y el pelo con esta agua o la de rocío de la noche de San Juan asegura
salud y belleza para el resto del año.
Hacer una
cruz en los árboles a medianoche hace que las promesas
hechas junto a ellos se mantengan toda la vida.
La
fertilidad de la tierra se consigue enterrando en ella un pedazo de vela que haya
ardido durante la noche de San Juan.
Para que sepas qué
hacer esta noche te dejamos a continuación una serie de "rituales" de
la costumbre popular, por si te atreves a practicarlos:
- Higuera
musical: si te colocas debajo de este árbol con una guitarra,
automáticamente, aprenderás a tocar un instrumento como por “arte de magia”.
- Esperma
en recipiente de agua: se coloca esperma en una fuente de agua fría,
después de enfriarse el agua, las espermas adoptan ciertas formas donde se
puede dilucidar la suerte.
- Fuente
de agua: si pones una fuente con agua, un espejo y dos velas
blancas, verás aparecer lo más importante que se aproxima a tu vida.
- La yema
de huevo: se puede leer la suerte en la yema de un huevo, vaciado
en un vaso. Es ahí donde dicen que se forman las imágenes.
- El
nombre de tu futuro marido o mujer: Si quieres saber
quién va a ser tu marido o mujer, entierra tres porotos, asignándole a cada poroto el nombre de un
pretendiente. Aquel poroto que amanezca más brotado revelará el
nombre del futuro cónyuge.
- Invitar
a un desconocido: Según Oreste Plath, entre las tradiciones
que han desaparecido en Chile figura la de salir a la puerta de las casa, coger
al primer transeúnte que pase e invitarlo a entrar y hacerse parte de la
fiesta.
- El
futuro según tres papas: Para saber cómo le irá a la persona en
el amor o en el dinero,
primero hay que colocar tres papas debajo de la cama: una sin pelar, otra a medio pelar y la
tercera pelada. A media noche se saca una papa sin mirar. Si se
escoge la pelada tendrá muchos problemas, a medio pelar no le irá mal, pero
tampoco bien, si saca la sin pelar le irá muy bien.
- Cuidado
con el reflejo: Se dice que al dar las 12 en punto se puede
ver en el reflejo del espejo al mismísimo señor de las tinieblas dispuesto a
ofrecer un buen trato
para negociar tu alma.
Y La Voz de Galicia cierra con
estas nueve cosas que debes saber sobre la noche de San Juan:
1. La protección del fuego. Saltar la
hoguera o pasar por encima de ellas asegura protección durante el resto del
año. El ritual en Galicia marca que es necesario hacerlo al menos nueve
veces.
2. El agua garantía de salud y fertilidad. Aquellos que se atrevan a plantarle cara a la helada agua del mar,
tendrán garantizada salud. Si además se busca una recompensa mayor, no bastará
tan solo con mojar un poco los pies. Y es que si se saltan nueve olas dando la
espalda al mar, se conseguirá también la eliminación de energías negativas.
Aquellas que estén pensando en ser madres deberán sumarse a eso de los nueve
saltos, y si es en la playa de La Lanzada mucho mejor, ya que los más
supersticiosos asegura que así se consigue aumentar la fertilidad femenina.
3. Lavarse la cara, pero sin mirarse al espejo. En algunos lugares la tradición marca que hay que lavarse la cara justo
a medianoche para poder mantenerse sanos y atractivos durante todo el año.
Pero, es necesario recordar, que si durante la noche más corta del año te miras
al espejo después de bañarte o de lavarte la cara, el hechizo dejará de ser
efectivo.
4. Confiando en las hierbas de San Xoan. Las plantas son una de las cuestiones más importantes durante la noche
de San Juan. Sus propiedades terapéuticas y limpiadoras las convierten en uno
de los rituales más repetidos a lo largo y ancho del territorio gallego. Si
bien es cierto que cada maestrillo tiene su librillo, hay siete hierbas que no
deben faltar en ningún mejunje que se precie.
- El fiuncho o hinojo. Es una de las básicas. Se cree que espanta
a los malos espíritus y es muy especial para apartar el mal de ojo. Como
medicina es muy efectiva contra las inflamaciones de ojos o las malas
digestiones.
- El fento macho o helecho. Es uno de los antiparásitos naturales
más efectivos. La leyenda asegura que solo durante la noche de San Juan esta
peculiar planta florece para, a la mañana siguiente, volver a su forma
original.
- El codeso. A pesar de que esta planta es tóxica para el ganado,
su capacidad para «barrer» (en alguna ocasión hasta de forma literal, porque
son usados por algunos como una escoba) los malos espíritus la convierte en una
de las plantas básicas de la Noite Meiga.
- La abeloura o hierba de San Juan. Era utilizada como cicatrizante
y antiséptica por los curanderos. Considerada como una de las plantas que
eliminan de las casas la presencia del demonio, el refranero de Galicia tiene
una frase dedicada a su poder: «A herba de San Xoán limpa
a cara de grans».
- La malva común. Tiene capacidades
curativas para la bronquitis, los nervios o incluso los problemas
digestivos.
- El romeu o romero. Era empleado
tradicionalmente como medicina natural contra el reuma, la artritis, los
trastornos del sistema circulatorio o los males de garganta. Además, se
considera que es la principal protectora de los hogares durante la noche de San
Juan.
- Hierba luisa. Es la hierba que debes utilizar si lo que buscas
el próximo año es el amor.
Una vez recogidas habrá que preparar el agua. En primer lugar hay que
coger agua de siete fuentes diferentes, meter todas estas plantas en el líquido
y dejarlas reposar durante toda la noche a la intemperie. Cuando la mañana de
San Juan nos levantemos, lo primero que hay que hacer es lavarse la cara con
esa agua, con la que conseguiremos prevenir enfermedades cutáneas y rejuvenecer
la piel.
5. A dormir, con un manojo de hierbas de San Juan. Algunos aseguran que acostarse con un manojo de hierbas de San Juan al
lado de la cama, consigue que al amanecer del día siguiente se nos revele quién
será nuestra futura pareja.
6. «Meigas fora», con una buena queimada. No hay San Juan sin queimada. La bebida más
tradicional durante la noche del 23 de junio debe llevar aguardiente, frutas y
mucho azúcar y debe ser realizada en una buena marmita. Ningún efecto mágico
tendrá la rica queimada si en su preparación falta el típico «Conxuro».
7. Un deseo. Si lo que quieres es
que se cumpla un deseo, lo que debes hacer es poner bajo la almohada una rama
de hiedra común junto con un papel blanco con tu deseo escrito; además, habrá
que encender una vela y dejarla consumirse toda la noche. Por la mañana, lo
primero que habrá que hacer al levantarse será quemar en lo que quede de vela
el papel y enterrar la cera que quede junto con la hiedra.
8. La planta de la verbena para hacerse rico. Dicen que si se recoge un ramito de verbena durante la noche de San
Juan (cuando no puedan verse ni el sol ni la luna) se conseguirá prosperidad
económica.
9. Una promesa para siempre. Dicen que
aquellos que marquen una cruz en el tronco de un árbol mientras realizan una
promesa, esta se convertirá en irrompible.
Fuentes: La Voz de
Galicia; 24horas.cl; mujerhoy.com;
abc.es; diariovasco.com; redmilenaria.com;
laopiniondezamora.es.
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