Dicen
el sonido más hermoso es
la voz del amado
y hoy te he escuchado
pronunciar mi nombre
en ese momento, salieron cientos
de palomas de mi pecho
cada una con un beso de
palabras
cada una con el palpitar
de un corazón vuelto a nacer
me pareció sentir tu piel
de nuevo
y entonces…
me vi flotando y no
entendía qué te respondía
solo contaba tu voz
tu voz que evoca en mí el
recuerdo de la noche
de la luna que adoro
de la lluvia
de ese estado impensable que
es tu ausencia.
Ya sé
no consigue la música
alejar el sonido de tu voz
pero la escucho
solo para saber que nada
se compara
al sonido de tu voz pronunciando
mi nombre
hechizando
uno por uno los poros de
mi cuerpo.
Acaso Merlín me lo prendió
en el alma,
cierta noche
y no quiero dejarlo partir
aunque me abrume a veces
tu silencio.
Solo te pido que no se
aleje tu voz
que no te alejes
-el sentimiento a veces
nos silencia-
porque tu voz, amado,
si pronuncia mi nombre
si en la tarde merodean
mariposas por mi mente
si te escucho
puedo decirte entonces
tu voz
es el sonido más hermoso
de la Tierra.
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