Empieza abril, un mes hermoso por muchas
razones; entre ellas, porque uno de mis más entrañables amores nació el 23: mi
nieto Diego. Y he aquí que empieza el mes y un poco después del mediodía recibo
el mensaje de un espirituano amigo, a través de Facebook, del cual reproduzco
una parte:
[…] EN EL PEDAGÓGICO
DE SS1 CUANDO PRESENTASTE TU LIBRO EL ENIGMA DE LAS CONCHAS... EL OTRO DIA
REBUSCANDO LO ENCONTRÉ Y VI TU DEDICATORIA.... ME RECUERDO AÚN DE ESE DIA....TE
DIJE QUE ESTABA ESCRIBIENDO UN LIBRO AL QUE LE PUSE AL CALOR DE MIS BOLSILLOS Y TIENE DE COMIENZO UNA CITA DEL TUYO CON
LA NOCHE EN EL BOLSILLO ... ELLO ADEMÁS
ME INSPIRÓ UNO DE LOS SONETOS DEL MISMO. AHÍ SE LO ENVÍO, PUES ES DEDICADO A
USTED POR SU OBRA TAN HERMOSA…
Y he
leído el soneto, «mi soneto», porque el poeta Jesús Núñez Pérez me lo ha dedicado
(a veces lo que poseemos de corazón es mucho más nuestro que algo que podamos
ver o tocar) con la emoción de leer un poema en la forma estrófica preferida
por mí; que nace también de esa noche idílica que nos hechiza a todos, niños y
poetas, además de que me trae recuerdos de ese libro poblado con la imaginería
de los cuentos de mi madre, tías y tíos, que llenaron mi infancia de mitos
pueblerinos y familiares.
¿Cómo
agradecer a Jesús este regalo invaluable con el que convierte este primero de
abril en un día luminoso?
Debo
pedir permiso para compartir su poema, que es inédito, así que no lo publico.
Esperaré que su autor publique su libro para traerlo a estas páginas digitales.
Gracias,
Jesús, por tu gentileza y generosidad… por tu soneto, por hacerme recordar que
somos, ante todo, sustancia de poesía.
SS1:Sancti Spiritus,
provincia del centro de Cuba.
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