¿Por qué esperar un día señalado para publicar un poema, para escribir sobre la belleza de la poesía y ese estado especial del alma (un estado de gracia) que palpita, vibra y late al desacompasado ritmo de las emociones cuando se lee un poema y creemos que ese es el poema que debimos haber leído ayer, o el que debemos leer mañana al oído amoroso de quien nos enamora con la voz y una mirada?
No esperemos, porque el día corre, a lomo de cada segundo de ese tiempo voraz y terco que jamás espera, ni por una palabra, ni por una sonrisa, ni por el vuelo fugaz de una gaviota…
Leamos y estremezcamos nuestro corazón y dejemos que el pensamiento y la palabra hagan de este momento, la hora de leer y escuchar con la mirada, este hermoso poema de Mario Benedetti, a quien hubiéramos debido inventar si por algún azar lejano y concurrente, no hubiéramos coincidido en estas dimensiones privilegiadas y gloriosas de su época.
Leer a Benedetti es dejar que la palabra conquiste, irreverente, los espacios del alma, y porque «ahí en el pecho, cerca de la garganta, ahí debe estar el alma, hecha un ovillo», dejar que su poema nos bese el exacto lugar donde tenemos el alma.
Chau número tres
Te dejo con tu vida
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres
sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
seguro sin seguro
te dejo frente al mar
descifrándote a solas
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota
te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía
pero tampoco creas
a pie juntillas todo
no creas nunca creas
este falso abandono
estaré donde menos
lo esperes
por ejemplo
en un árbol añoso
de oscuros cabeceos
estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra
estaré repartido
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen
y ojalá pueda estar
de tu sueño en la red
esperando tus ojos
y mirándote.
Adiós
Hay muchas formas/de despedirse/dando la mano/dando la espalda/nombrando fechas/con voz de olvido/pensando en nunca/moviendo un ramo/ya deshojado por suerte a veces/queda un abrazo/dos utopías/medio consuelo/una confianza/que sobrevive/y entonces triste/el adiós dice/que ojalá vuelvas.
Mario Benedetti - Adioses (En defensa propia).
Este adiós que te guardo
está madurando con los días
Exprimo nuestra vivencia
y no la dejo quedarse
en el pasado.
No puedo avanzar contigo
por que te deseo a cada instante
y desear lo que no se puede tener
es como escribir
sin que nadie te lea
Eso seguro que lo entiendes
Te quiero pero no deseo luchar
contra el destino
Disfrutaré de vez en cuando
de tu recuerdoa
que seguirá alterándome.
Como siempre
Aunque hoy cumplas
trescientos treinta y seis meses
la matusalénica edad no se te nota cuando
en el instante en que vencen los crueles
entrás a averiguar la alegría del mundo
y mucho menos todavía se te nota
cuando volás gaviotamente sobre las fobias
o desarbolás los nudosos rencores
buena edad para cambiar estatutos y horóscopos
para que tu manantial mane amor sin miseria
para que te enfrentes al espejo que exige
y pienses que estás linda
y estés linda
casi no vale la pena desearte júbilos y lealtades
ya que te van a rodear como ángeles o veleros
es obvio y comprensible
que las manzanas y los jazmines
y los cuidadores de autos y los ciclistas
y las hijas de los villeros
y los cachorros extraviados
y los bichitos de san antonio
y las cajas de fósforo
te consideren una de los suyos
de modo que desearte un feliz cumpleaños
podría ser tan injusto con tus felices
cumpledías
acordate de esta ley de tu vida
si hace algún tiempo fuiste desgraciada
eso también ayuda a que hoy se afirme
tu bienaventuranza
de todos modos para vos no es novedad
que el mundo
y yo
te queremos de veras
pero yo siempre un poquito más que el mundo.
Mario Benedetti
con tus puestas de sol
y tus amaneceres
sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
seguro sin seguro
te dejo frente al mar
descifrándote a solas
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota
te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía
pero tampoco creas
a pie juntillas todo
no creas nunca creas
este falso abandono
estaré donde menos
lo esperes
por ejemplo
en un árbol añoso
de oscuros cabeceos
estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra
estaré repartido
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen
y ojalá pueda estar
de tu sueño en la red
esperando tus ojos
y mirándote.
Adiós
Hay muchas formas/de despedirse/dando la mano/dando la espalda/nombrando fechas/con voz de olvido/pensando en nunca/moviendo un ramo/ya deshojado por suerte a veces/queda un abrazo/dos utopías/medio consuelo/una confianza/que sobrevive/y entonces triste/el adiós dice/que ojalá vuelvas.
Mario Benedetti - Adioses (En defensa propia).
Este adiós que te guardo
está madurando con los días
Exprimo nuestra vivencia
y no la dejo quedarse
en el pasado.
No puedo avanzar contigo
por que te deseo a cada instante
y desear lo que no se puede tener
es como escribir
sin que nadie te lea
Eso seguro que lo entiendes
Te quiero pero no deseo luchar
contra el destino
Disfrutaré de vez en cuando
de tu recuerdoa
que seguirá alterándome.
Como siempre
Aunque hoy cumplas
trescientos treinta y seis meses
la matusalénica edad no se te nota cuando
en el instante en que vencen los crueles
entrás a averiguar la alegría del mundo
y mucho menos todavía se te nota
cuando volás gaviotamente sobre las fobias
o desarbolás los nudosos rencores
buena edad para cambiar estatutos y horóscopos
para que tu manantial mane amor sin miseria
para que te enfrentes al espejo que exige
y pienses que estás linda
y estés linda
casi no vale la pena desearte júbilos y lealtades
ya que te van a rodear como ángeles o veleros
es obvio y comprensible
que las manzanas y los jazmines
y los cuidadores de autos y los ciclistas
y las hijas de los villeros
y los cachorros extraviados
y los bichitos de san antonio
y las cajas de fósforo
te consideren una de los suyos
de modo que desearte un feliz cumpleaños
podría ser tan injusto con tus felices
cumpledías
acordate de esta ley de tu vida
si hace algún tiempo fuiste desgraciada
eso también ayuda a que hoy se afirme
tu bienaventuranza
de todos modos para vos no es novedad
que el mundo
y yo
te queremos de veras
pero yo siempre un poquito más que el mundo.
Mario Benedetti
No te salves
No te quedes
inmóvil
al borde del
camino
no congeles el
júbilo
no quieras con
desgana
no te salves
ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de
calma
no reserves del
mundo
sólo un rincón
tranquilo
no dejes caer los
párpados
pesados como
juicios
no te quedes sin
labios
no te duermas sin
sueño
no te pienses sin
sangre
no te juzgues sin
tiempo
pero si
pese a todo
no puedes
evitarlo
y congelas el
júbilo
y quieres con
desgana
y te salvas ahora
y te llenas de
calma
y reservas del
mundo
sólo un rincón
tranquilo
y dejas caer los
párpados
pesados como
juicios
y te secas sin
labios
y te duermes sin
sueño
y te piensas sin
sangre
y te juzgas sin
tiempo
y te quedas
inmóvil
al borde del
camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
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