Hoy Diego cumple un año. Es también el Día del Libro y
del Idioma. Quizás cuando crezca sea poeta, pero sí puedo asegurar que será una
excelente persona. “No son inútiles la verdad y la ternura”, dijo José Martí, y
sus palabras son proféticas, además de que en la vida de mi amado nieto estén
presentes desde mucho antes de nacer, cuando era solo una célula pequeñita en
el vientre de mi linda Esnorquita. Ya lo dije, en el prólogo de Nanas para
Diego: el día que nació vi una mariposa dorada volando cerca de su cuna: eso
quiere decir que su vida será luminosa y sus alas lo llevarán tan alto y tan
lejos como desee.
Para esta abuela, ha sido una bendición, a pesar de
que la nostalgia por verlo y abrazarlo, a veces me sofoca. Pero solo de saber
que existe y respira en ese poblado marino de Jaimanitas, me ayuda a respirar
cada día y es una razón muy importante para ser mejor
Creo en los sueños y en los secretos que cuentan las
estrellas cuando nos alumbran durante las noches claras. Ellas me contaron que
vendría, y me lo describieron tal como es. Por eso luego fui hilvanando poemas
que le dieran el recibimiento a nuestra casa grande: la Tierra.
Cuando la emoción es grande, resulta difícil escribir
lo que en ese momento pensamos o sentimos, y eso me sucede hoy, cuando él está
de cumpleaños y voy a presentar el libro que le he dedicado. Cada verso es fruto
de mi inmenso amor por esa hermosa criatura y por su mamá… y por sus tíos… y
solo el amor es capaz de lograr obras hermosas, como Diego.
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