Quizás llegaste por sorpresa a mi alma
sumida en un insomnio largo como el
tiempo
es posible, digo
porque reconozco a quienes padecen ese
insomnio de alma
y creí reconocer en tu mirada el ojo
atento
de la pupila que rechaza los sueños.
Solo viajando en el tiempo aprenderemos
a domar las horas que se escurren
a completar silencios y acariciar
esperas.
Paciencia, digo
porque aún hay sueños que rondan
sorprenden
aparecen detrás de una lechuza
o en la empinada trompa de un elefante
azul.
No desesperes, digo
porque quienes amamos tenemos una excusa
en el bolsillo
en el sombrero de un mago amanecido
en ese lugar callado donde duerme
como botín de sueños
la esperanza.
la esperanza.
2 comentarios:
Muy bello.
Muchas gracias, Raysa.
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