Hay una palabra muy misteriosa. Algunas personas lo tienen a
veces, a otras, les falta; en ocasiones está bien y en otras está mal. A veces
corre, otras veces vuela, pero también puede ser lento. A lo mejor ya alguno de
ustedes habrá adivinado que es la palabra tiempo. Piensen un poquito nada más
en estas frases: No hay tiempo; Cuando tenga tiempo; Me falta tiempo para eso; ¡Ay,
si tuviera tiempo! El tiempo vuela. ¡Cómo corre el tiempo!... Ufff, una lista
interminable.
En el aula se ha hablado del tiempo y la maestra nos explica
qué es el calendario para que aprendamos a señalar las fechas y buscar nuestro
cumpleaños.
Miro las filas de los números debajo de cada letra. ¡El
tiempo es mago! Convierte los días en una sola letra mayúscula: el lunes es la
L, el martes, la M y así, los demás. Nada más que los meses conservan su nombre
completo. He estado pensando: si vemos un mes, ese cuadrado lleno de números
parece mucho tiempo y el año, ni hablar, porque tiene 12 de esos cuadrados,
pero en la vida de verdad los días pasan volando. Me acuerdo del cumpleaños de
mi amiga Olivia cuando cumplió cinco. Las dos cumplimos cinco años juntas. Nos
celebraron la fiesta y todos, nosotras y los invitados, fuimos disfrazados. Dentro
de una semana ella y yo cumplimos seis. ¿Tan rápido? Lo sé, el tiempo pasa
rápido. Me imagino que en cualquier momento tendré el cabello blanco y
necesitaré un bastón para apoyarme, al caminar, como mi bisabuela. Pensé que,
muy pronto, seré grande. ¿Qué haré cuando sea grande?
A veces quiero ser periodista para escribir sobre todo lo
que pasa en el mundo; otras, quisiera ser veterinaria, para curar a los
perritos abandonados que veo en la calle, abandonados y enfermos… Pero sería
veterinaria de perros y gatos. Ah, puede ser que cure también a los lagartos,
que me gusta verlos como sacan su pañuelo al sol. Pero nada de curar vacas o
leones, ¡ni elefantes! Qué va, pienso que son tan grandes que me pueden
aplastar, sobre todo la vaca y el elefante.
Creo que tendré tiempo para pensar qué estudiaré. Ya sé lo
que quieren estudiar algunos amigos. Diego quiere ser fotógrafo; Ana
Carla, será nadadora; Osvaldo, bombero y Olivia, pintora. Sandor será escritor;
Claudia quiere ser bailarina y Ernesto, cosmonauta.
No creo que sea difícil ser lo que queremos, pero sobre todo
quiero que, cuando seamos grandes, sigamos siendo amigos.
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