¿Cuál
es el origen de la frase “Morir como Cafunga"?
Por Fernando Carr Parúas
Cuando
alguien muere de forma extraña o violenta, de ello se dice que murió como Cafunga, dicho muy repetido,
y muchos se preguntarán cómo murió el tal Cafunga.
La
frase morir como Cafunga es conocida
en Cuba desde hace más de un siglo, aunque antes se empleaba más que ahora, y
en algunas localidades más que en otras... Algunos autores expresan que la
palabra Cafunga solamente se usa como
término de comparación, pues se trata de un ente imaginario a quien la leyenda
hace morir horriblemente. También supónese que fue algún indio del tiempo de la
conquista o un negro cimarrón.
Don
Fernando Ortiz entiende que se trata de un afronegrismo el cual proviene de la
voz lucumí kakanfó, título que
recibía el supremo jefe de los más aguerridos guardianes del reino Yoruba.
El
más conocido de los doce kakanfoes
yorubas lo fue el sexto, llamado Afonya, a quien no le correspondía tal
nominación, pero se le impuso al rey Aole para que lo nombrara. Más tarde, el kakanfó se rebeló, pasó a cuchillo a
varios miembros de la familia real y a sus seguidores, y finalmente obligó al
rey a que se suicidara envenenándose. Se dice que antes de envenenarse lanzó
una maldición, que selló como irrevocable tras el rito de romper un plato: los
sediciosos quedarían reducidos a esclavos y serían gobernados por las tribus
esclavas y tributarias del reino.
El
ejército del kakanfó Afonya saqueó el
palacio, y el desorden cundió en el país. Diferentes jefes locales proclamaron
la independencia de sus respectivos territorios y el caos señaló el comienzo de
la decadencia del reino yoruba. El kakanfó
trajo consigo a los antiguos esclavos hausas y se asoció con la tributaria raza
fula, imponiéndosele a los más aguerridos yorubas que se le enfrentaron. Pero
los soldados del kakanfó, los
antiguos esclavos, se organizaron en bandas que arremetían contra todos, les arrebataban
sus animales y cosechas, atropellaban a las gentes y ejecutaban venganzas
crueles contra los partidarios de sus antiguos amos.
Entonces
el hambre comenzó a sentirse. Y el kakanfó
Afonya quiso reunir a todos los antiguos nobles, a quienes él había ofendido
antes, para enfrentar a los ex esclavos armados; sin embargo, enterados los
hausas y los fulas, se rebelaron contra su jefe y, aunque este se defendió
valientemente, lo sitiaron junto a unos pocos fieles en su casa, a la cual le prendieron
fuego, y al salir el kakanfó Afonya
entre las llamas, fue saeteado y atravesado por las lanzas una y mil veces.
Así, el reino Yoruba quedó totalmente arruinado, y dominado por los fulas y los
hausas.
Pero
el propio Fernando Ortiz —tiempo más tarde de haber dado a conocer esta versión
del origen de la palabra Cafunga— ofreció
el testimonio que le fue presentado por una persona que no cita, testimonio
jurado ante notario público, en el cual aseguraba un anciano de casi noventa
años —esto fue en la tercera década del siglo xx—,
que él tendría unos diez años de edad cuando murió Cafunga, moreno criollo desmochador de palmiche, quien tenía
alrededor de cuarenta años en 1850 o 1851, cuando cayó desde lo alto de una
palma y se desnucó, frente a la finca “El Espino”, en la zona de Alicante,
perteneciente al término municipal de Sancti Spíritus, muy cerca de la ciudad
de igual nombre.
En
realidad, unos pocos años antes de que Ortiz ofreciera ambas versiones, el
académico don Manuel Martínez Moles, en su muy importante obra Vocabulario espirituano, al consignar la
frase morir como Cafunga, dio a
conocer una versión sobre su origen en la cual existen algunas coincidencias o
situaciones parecidas con las expuestas en la referida declaración jurada.
Hasta
aquí lo que se conoce sobre la infortunada muerte de Cafunga.
Publicado
en Bohemia, año 87, No. 25, La Habana , 8 de diciembre de
1995.
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