Anoche he soñado con un niño
con todo el cielo azul en
su mirada;
la sonrisa temprana del
cariño
y su cara por el sol
iluminada.
Me desperté en plena
madrugada
sintiendo en la mejilla un
roce leve;
la noche afuera entreví,
inundada
por el recuerdo de su risa
breve.
Cuánto quisiera ahora ser
paloma
y volar en un sueño hasta tu
cuna,
llegar hasta esos ojos
donde asoma
el amor que trajiste un
veintitrés
y esa resplandeciente luz
de luna
que amansa mi dolor por esta
vez.
2 comentarios:
El brillo de ese...
amor correspondido.
Ese aroma que desprende...
la inocencia de tu mirada.
Gracias! Hermoso comentario, amigo. Ya vi en face que lo compartiste. Un abrazo grande...
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