Apóstol José Martí, Jorge Arche, 1943. |
El 28 de enero es una fecha que
los cubanos honramos y jamás olvidamos. Es el día del nacimiento de José Martí,
a quien algunos llaman apóstol de la independencia y otros, héroe, pero a quien
siempre llamaré Maestro, porque su vida y su obra constituyen, en primer lugar,
un magisterio invaluable de cómo ser íntegro, de cómo ser cubano y patriota,
sin desdeñar su magisterio literario que hizo nacer en las letras de nuestro
continente, un movimiento, un despertar.
Sus versos, a veces retumbantes
e hirsutos, como calificara sus versos libres, cargados de significado y
simbolismo como sus versos sencillos, genial y finamente engarzados en La Edad
de Oro, nos han acompañado a lo largo de nuestras vidas en la escuela, el
hogar, el amor y el dolor.
José Julián Martí y Pérez, nació en La Habana, en la calle
de Paula No. 41 (hoy Leonor Pérez 314), hijo de Don Mariano Martí y Leonor Pérez.
Desde pequeño nos aprendemos
los versos sobre el amigo sincero:
XXXIX
Cultivo una rosa
blanca,
en julio como en enero,
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
en julio como en enero,
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel
que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni oruga cultivo:
cultivo la rosa blanca.
el corazón con que vivo,
cardo ni oruga cultivo:
cultivo la rosa blanca.
Y como regalo de las noticias, he sabido que se presenta el libro de la
Dra. Carmen Suárez León Yo conocí a Martí,
con testimonios de amigos que lo conocieron. En el prólogo su autora dice que «Solo por estos amigos o hasta conocidos
circunstanciales, podemos saber de sus gustos gastronómicos, su don
conversador, su fino trato, el impacto de su voz, la calidad de su mirada o
movilidad de sus manos».
Como conozco a su autora, porque
tuvimos el privilegio en la biblioteca de Cienfuegos de recibir un postgrado
sobre la poesía de José Martí y una maravillosa conferencia sobre Martí y
Víctor Hugo, sé que ese libro será una manera de acercarnos al Martí más real,
a la persona, al ser humano que era.
Me viene
a la memoria la cita que hace el Maestro al referirse a su artículo sobre la
exposición de París cuando habla de la galería de las máquinas:
Los niños han leído mucho el
número pasado de la Edad de Oro, y son graciosas las cartas que mandan,
preguntando si es verdad todo lo que dice el artículo de la Exposición de
París. Por supuesto que es verdad. A los niños no se les ha de decir más que la
verdad, y nadie debe decirles lo que no sepa, porque luego los niños viven
creyendo lo que les dijo el libro o el profesor, y trabajan y piensan como si
fuera verdad, de modo que si sucede que era falso lo que les decían, ya les
sale la vida equivocada, y no pueden ser felices con ese modo de pensar, ni
saben cómo son las cosas de veras, ni pueden volver a ser niños, y empezar a
aprenderlo todo de nuevo.
¿Que si es verdad todo lo de
la Exposición? Una señora buena le armó una trampa al hombre de la Edad de Oro.
Iban hablando del artículo, y ella le dijo: «Yo he estado en París». «¡Ah,
señora, que vergüenza entonces! ¡Qué habrá dicho del artículo!» «No: yo he
estado en París, porque he leído su artículo». Y otro señor bueno, que está en
París, dice «que a él no lo engañan, que la Edad de Oro estuvo en París sin que
él la viera, porque él se pasaba la vida en la Exposición, y todo lo que había
en la Exposición que ver está en La Edad de Oro».
Y me vino a la memoria la
anécdota que cito porque cuando se es honesto, cuando se capta el espíritu y la
esencia de un suceso o de una persona, es como si lo viéramos. Y hoy estoy
viendo a José Martí releyendo su obra, lo que debiéramos hacer sin falta cada
día los cubanos, porque en ella palpitan sus ideales, su concepción del mundo, su
delicadeza y su bravura, el talento y la imaginación increíbles… todo su ser.
Gloria a José Martí, que
enalteció al ser humano y logró, sin alardes ni anuncios, dejarnos esa
impresionante obra, creada en 42 años durante los cuales padeció el presidio,
aunó voluntades para liberar la patria, fundó el partido revolucionario, amó
intensamente y nos dejó una lección inigualable de humanidad y amor.
1 comentario:
Excelente!
Publicar un comentario