Una amiga me ha enviado un útil y hermoso texto firmado por el psicólogo Manuel Calviño, a quien todos los cubanos conocen por ese programa suyo llamado Vale la pena, el cual se ha mantenido en la televisión cubana por más de veintiséis años, ya que salió al aire por vez primera el 28 de febrero de 1991, desafiando al tiempo y demostrando cómo mantener un espacio semanal usando solo la palabra y el carisma de su conductor y autor, quien es Doctor en Ciencias Psicológicas y Profesor e Investigador Titular de la Facultad de Psicología de la Universidad de la Habana.
Este texto, devenido un excelente decálogo para el nuevo año, lo reproduzco aquí con el mayor respeto, con la intención de que llegue a la mayor cantidad de personas. Calviño, quien nos ha acompañado a los cubanos por casi tres décadas, nos ha infundido esperanzas, nos ha aconsejado y ayudado a sortear escollos, acompañándonos en nuestro viaje por ese mar a ratos encrespado y turbulento, a ratos apacible, que es la vida.
LO MÁS
VALIOSO NO ES LO QUE TIENES EN LA VIDA, SINO A QUIÉN TIENES
Una sabia sentencia que se
atribuye a varios pensadores de alta talla testimonia que «no hay viento a favor si no se conoce cuál es el
puerto de destino». Entonces, movilizado por una suerte de función
«brújula de apoyo» que todo acto de orientación supone y me compete como
psicólogo, instigado por decenas de personas que me solicitaron algunas ideas,
y dando fe de mi inveterado amor a la vida, escribí estas notas que comparto
como humilde aporte a lo que cada uno puede elaborar en aras de la consecución
del bienestar y la felicidad de todos.
He aquí mis Diez Propuestas para
un año que comienza.
1. Cuide su salud física y mental
Su cuerpo y su mente son las dos
grandes herramientas de construcción de su vida. Si ellas no están en óptimas
condiciones, el ejercicio de su vida será azaroso. La salud no es un don, es un
logro. El bienestar no es solo una condición de poder hacer, sino un modo se sentir,
una alianza con la satisfacción.
2. Haga que el respeto presida cada acto de su vida
El respeto es el sustento de sus
valores, de la honestidad, de la pureza verdadera de su alma. Es el sustento de
la capacidad de ser justo y entender a los demás. Es la condición primaria de
la convivencia, la posibilidad de compartir. Democratice su existencia en todos
los escenarios que comparte. Prefiera la persuasión a la imposición, el diálogo
al mandato, la decisión a la obligación coercitiva; así su propia vida será más
plena. La felicidad se fertiliza en el consenso.
3. Cultive su integridad y su amor personal y colectivo
Así como no hay amor en quien no
se ama a sí mismo, así como no hay respeto en quien no se respeta a sí mismo,
no hay vida plena en quien no cultiva su coherencia, su integridad, su
sensibilidad y su amor personal y hacia aquellos que lo rodean. Aquel que
pierde todo eso se sumerge en la miseria del alma, se pone a merced del egoísmo
y la ignominia.
4. Tenga su mano dispuesta para darla a quien la necesite
No estamos solos en el mundo,
somos siempre parte de una comunidad humana, la amistad, la solidaridad, el
cariño, el respeto, son más que un gusto o una necesidad, son una condición
misma de nuestra naturaleza humana.
5. Piense antes de hacer, y después de hacer piense
Haga sólida alianza con la
sabiduría, la prudencia y el saber. Ejercite la comprensión y la tolerancia. No
se trata de una tolerancia resignada, sino de una tolerancia para el cambio. La
agresividad, la violencia y el rencor son reacciones ajenas a la misión humana,
pero tiende a expandirse cuando se les reproduce. Excluir y eludir la respuesta
violenta, la reacción agresiva, el pensamiento de odio, es evitar su reproducción.
6. Sea
firme en la defensa de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes
No sea solo una persona que actúa
en el espacio particular de su existencia. Participe, comprométase, exija y
cumpla. Comparta sueños, anhelos y forme parte de su realización colectiva. Que
nada humano le sea ajeno. Lo que sucede en algún lugar a alguien, de alguna
manera está sucediendo también con usted, o quizás le suceda en algún momento
de su vida. Sea un verdadero ser humano, en toda la extensión de la palabra.
7. Haga
suceder las cosas y no solo que las cosas le sucedan
Diga sí cuando tiene que decir sí,
cuando es su opción y decisión personal. Diga no cuando tenga que decir no,
pero analice cuando decida algo que competa a alguien de los suyos La vida es
un acto intencional. Quien no decide no vive, tan solo «es vivido». Construya
su vida, decida por su vida, pero afronte los rigores de sus decisiones. Quien
opta por la autoexclusión sigue el camino de su extinción.
8. Haga
de su familia su vocación esencial
La familia es nuestro origen y
nuestro destino. No importa que se comparta o no el mismo techo o estén muy
distantes. No importa si ciertos lazos fueron rotos. Los nexos esenciales, los
vínculos familiares, son para siempre. Sea madre o padre por vocación y gusto.
Eduque a sus hijos y estará fomentando una vida mejor para todos. Sea buen
hijo, buena hija, buen hermano, buena hermana. Sus padres, sus abuelos, son su
historia y su futuro. La familia es una bendición que nos da la vida y una
misión que esa misma vida nos reclama para su desarrollo.
9. Cultive
la fe y crea en la utilidad de la virtud
Las creencias humanistas, las que
anteponen el ser al tener, el valor a la pobreza de espíritu, las que convocan
al ejercicio de la sensibilidad, de la solidaridad, más que creencias son
auténticos valores. Y cultivar los valores es convertir la esperanza de
felicidad y bienestar en certeza interna de su consecución.
10. Sea
una buena persona
Excluya de su vida las bajas
pasiones, los rencores. No se haga eco de la envidia, ni haga coro con la
prepotencia y autosuficiencia. Cultive la humildad, la sencillez. Asuma ser
parte de lo humano, y no se asuma como el único humano. Formamos parte y somos
elementos de una trama hermosa y sublime: la vida.
Y vivir: ¡Vale la pena!
Su autor es Licenciado en Psicología por la Universidad de La Habana. Doctor en Ciencias Psicológicas por la Universidad Lomonosov de Moscú. Master en Marketing y Management por la Escuela Superior de Estudios de Marketing de Madrid. Master en Comunicación por la Universidad de La Habana. Profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana. Miembro del Equipo docente y colaborador extranjero del Instituto Internacional de Psicología Social Analítica de Venecia. Comunicador Social. Conductor y guionista de programas de Orientación en televisión y radio. Asesor del Programa de Comunicación Social de la ONU. Proyecto CUB 91 P-07. Miembro del Comité de Dirección de la Asociación cubana de Comunicadores Sociales. Autor de varios libros: "Trabajar en y con Grupos", "Psicología y Marketing", "Orientación Psicológica", "Psicología y Marxismo. Trama y subtramas"; selecciones de textos docentes: "Lecturas de Motivación y Procesos afectivos", "Análisis dinámico del comportamiento"; libros de colección de autores: "Investigaciones de la personalidad en Cuba", "Curso de formación de trabajadores sociales: Psicología". Ha publicado decenas de trabajos en Revistas Científicas de diversos países. Algunos de sus trabajos circulan por ediciones online en internet. "Ser psicóloga hoy", "La Psicología ha muerto. Larga vida a la Psicología". Ha participado en múltiples Congresos Científicos dentro y fuera de Cuba. Ha sido conferencista invitado en Universidades latinoamericanas y europeas. Ha recibido la "Distinción por la Educación Cubana" del Ministerio de Educación Superior de Cuba, La Medalla "A la Excelencia por la Comunicación" del Consejo Superior de Comunicación de España.
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