En el día de hoy organicé con uno de mis grupos de estudiantes un debate sobre "Violencia en el seno familiar" y fueron sorprendentes muchas de las opiniones y juicios que comentamos.
Lo primero, a pesar de que en la introducción al debate la moderadora hizo una explicación sobre qué considerar violencia en la familia casi todas las intervenciones se enfocaron en si es "necesario" disciplinar a los niños desde pequeños mediante el castigo físico. Debo reconocer que para ellos (todavía adolescentes) ese es uno de sus mayores problemas porque muchos han lidiado desde siempre con ese tipo de correctivo en sus hogares pero, y esto sí es lo peor, sus experiencias personales de maltrato físico les han hecho creer que este es una buena forma de educación y lo que genera en los más pequeños de la familia el "respeto" hacia los mayores.
No pienso hacer un análisis de algo tan obvio ni dar recetas que a nadie hacen falta porque cada quien tiene su propia visión del mundo lo que sí resulta evidente es que no es posible que nadie crea seriamente que la manera de formar buenas personas sea a través del castigo físico y psicológico.
El debate sirvió para convencerme que mucho trecho nos falta por andar en el respeto a la integridad de los demás comprendidos en esa etapa de 0 a 120 años, el respeto a sus derechos como seres humanos, como nuestros iguales.
De verdad salí tan preocupada de allí que necesitaba escribir. Nadie se refirió a la violencia de género, tema abordado en una clase anterior, ni a la violencia contra los discapacitados o adultos mayores en el seno familiar, que también existe y solo fue mencionado por la moderadora. Pienso, no obstante, que el hecho de debatir el tema con sinceridad, expresando sus verdaderas opiniones, es un logro, pero más bien triste escuchándolos.
Por mi parte, debo reconocer que esos arquetipos de conducta generan más violencia: en las escuelas, en los colectivos de trabajo o, incluso, en lugares donde somos servidos.
Cuando entré a ver las noticias del día me vi gratamente sorprendida por los titulares y noticias sobre el discurso que ofreció Emma Watson en la sede de la ONU en Nueva York, donde se refirió a sus experiencias con el feminismo. La actriz, quien es embajadora de buena voluntad del organismo, explicó la campaña “HeForShe” y las razones que la animan a estar a favor de ella.
Es curioso como dijo:
"Ustedes deben pensar: ¿Quién es esta chica de Harry Potter y qué hace aquí en la ONU? Pues es una muy buena pregunta, yo también me la he estado haciendo. Pero todo lo que sé ahora es que, realmente, me interesa este problema y quiero ayudar a que las cosas mejoren. Habiendo visto lo que he visto y teniendo la oportunidad de hacer algo para cambiarlo, es mi responsabilidad decir algo”. Además, citó la frase de Edmund Burke: "Todo lo que necesita el mal para triunfar es que los buenos no hagan nada".
En su discurso señaló: “Desde que fui nombrada Embajadora de Buena Voluntad de la ONU y hablo del feminismo me he dado cuenta de que luchar por los derechos de las mujeres es para muchos un sinónimo de odiar a los hombres. Estoy segura de que eso tiene que terminar. Para que quede constancia, el feminismo, por definición, es creer que tanto hombres como mujeres deben tener igualdad de derechos y oportunidades”, comenzó la intervención de la actriz. “Me empecé a cuestionar las suposiciones de género hace mucho tiempo. A los ocho años, cuando comenzaron a llamarme ‘mandona’ por querer dirigir una obra teatral para nuestros padres y a los chicos no les decían nada. A los 14, cuando la prensa y algunos medios empezaron a sexualizarme. A los 15, cuando mis amigas empezaron a abandonar sus equipos deportivos para no parecer demasiado ‘musculosas’. A los 18, cuando mis amigos hombres se veían incapaces de expresar sus sentimientos”.
Emma Watson durante su intervención |
Se dirigió a los hombres para decirles: “Me gustaría aprovechar esta oportunidad para haceros llegar una propuesta formal. La igualdad de género también es vuestro problema. (…) Si a los hombres no se les hace creer que tienen que ser agresivos, las mujeres no serán sumisas. Si a los hombres no se les enseña que deben ser controladores, las mujeres no serán controladas. Ambos, hombre y mujeres, deben sentirse libres de ser fuertes. Es hora de que veamos los géneros como un conjunto, no como polos opuestos. Debemos parar de desafiarnos los unos a los otros. Ambos podemos ser más libres, que es de lo que trata esta campaña. Quiero que los hombres se comprometan. Para que sus hijas, hermanas y madres se libren de los prejuicios, pero también para que sus hijos se sientan con permiso para ser vulnerables y humanos, una versión más honesta y completa de sí mismos”. Por eso he invertido la frase en el título y en vez de Heforshe he dicho Sheforhe. Elemental, Watson, como diría Holmes, compatriota de Emma.
¿Cuál fue la reacción? Las palabras de la actriz sobre el feminismo hizo que horas después la amenazaran con hacer públicas fotografías de ella desnuda...
Así anda el mundo, pero me niego a pensar que nuestra vida sea signada por la amenaza y el miedo a ser agredido. Y no solo la amenaza, sino como se convierte en realidad el hecho de golpear, mutilar o hasta asesinar a los más débiles, dígase mujeres, desvalidos o ancianos. Recuerdo la linda canción que cantaban los niños en Cuba: "Quiero que haya sol siempre, que también haya cielo, que mamá siempre viva, que también viva yo".
Respetemos y honremos la vida, como el bien más preciado que nos fue otorgado. Vivamos en paz y con amor. Es la única forma de merecer llamarnos "humanos" y merecer, además, la vida que en su momento nos entregaran .
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