Teniendo el cielo por techo
y
como camino el mar
navega
mi barco nuevo
aprendiendo
a navegar.
Sus velas despliega el viento
y lo
lleva hacia altamar
donde
aprende mi velero
con
las olas a saltar.
Tan cerquita está del cielo
–que tan solo
por jugar–
se hace pájaro
el velero
y vuela sobre la
mar.
(versión original)