jueves, 30 de junio de 2016

NANA DEL DUENDE



Mi pequeño Diego
debes descansar:
si frunces el ceño
el sueño se irá.

El sueño es un duende
que llega y se va
si te ve en los brazos
suaves de mamá.


Viene con su flauta
Tralaliralá
a traer canciones
que ya aprenderás.

Cuando seas grande
no recordarás
al duende del sueño
Tralalirará.

Pero sus canciones
las escucharás
y aunque seas viejito
las recordarás.

Duerme, Diego, duerme
tralalilará
escucha la flauta
tralalilará.


jueves, 23 de junio de 2016

LA NOCHE DE SAN JUAN Y EL UNIVERSO



Cuando evoco la noche de San Juan la asocio al olor de la albahaca, la yerbabuena y el romero; al muérdago, las velas de olor y los deseos… y, sobre todo, con mi madre y las tradiciones que guarda con ella desde su más temprana juventud, rituales que heredara de su madre y otros familiares que practicábamos mis hermanas y yo desde jóvenes.
La celebración de la Noche de San Juan se hace por diferentes razones en los países o ciudades que la realizan. Unos la asumen como una festividad en honor a San Juan Bautista (el 24 de junio) y otros la consideran una efemérides asociada al solsticio de verano que ocurre entre el 22 y el 23 de junio.
Lo cierto es que algunos entienden que la noche de San Juan es la del 23 al 24 de junio, otros del 24 al 25 y un grupo que celebra las dos noches.
Es comúnmente aceptado que el 24 de junio es el día de San Juan el Bautista, cuyo nacimiento ocurrió en una fecha muy cercana al solsticio (de invierno para el hemisferio sur y de verano para el hemisferio norte), lo que hace que en este dia confluyan energías planetarias muy poderosas.
«San Lucas narra en su Evangelio, que María, en los días siguientes a la Anunciación, fue a visitar a su prima Isabel cuando esta se hallaba en el sexto mes de embarazo. Por lo tanto, fue fácil fijar la solemnidad del Bautista en el octavo mes de las candelas de junio, seis meses antes del nacimiento de Cristo. Desde entonces se señaló esta noche como la de San Juan, muy próxima al solsticio de verano que ha heredado una serie de prácticas, ritos, tradiciones y costumbres cuyos orígenes son inmemoriales en toda Europa y se han extendido por muchos pueblos de América. Lo paradójico del asunto es que el 24 de junio se celebra la fecha del nacimiento de San Juan el Bautista, que en realidad no debería festejarse porque el dies natalis de los santos siempre fue el de la muerte. En el Evangelio de San Lucas se cuenta que su padre, el sacerdote Zacarías, había perdido la voz por dudar de que su mujer, Isabel, estuviera encinta. Sin embargo en el momento de nacer San Juan la recuperó milagrosamente, como se lo había predicho el ángel Gabriel.
Rebosante de alegría, la tradición religiosa dice que encendió hogueras para anunciar a parientes y amigos la noticia. Cuando siglos después se cristianizó esta fiesta, la noche del 23 al 24 de junio se convirtió en una noche santa y sagrada, y de purificacion, sin abandonar por eso su aura mágica y pagana».
Hay ciudades del planeta que se caracterizan por su celebración de la noche y hasta la literatura llegó bajo el disfraz de esa simpática y genial Una noche de San Juan bastante loca, de Tove Janson.
Pero como toda auténtica celebración popular tiene sus propios cánones y símbolos, desde esa génesis generalmente aceptada, a esta festividad la caracterizan los elementos de la vida (excepto el aire, que de todas maneras está presente): el fuego, el agua y la tierra, esta última representada por las plantas.

EL FUEGO
«El fuego es uno de los tres símbolos en que se basan los rituales ancestrales de esta noche. Es el elemento purificador que nos libera de la mala suerte y por eso se le alimenta lanzándole muebles viejos, o con la costumbre de escribir en un papel la lista de todo lo que queremos dejar atrás en nuestras vidas y quemarlo en esa hoguera.
Fogatas y ritos relacionados con el elemento se inician la víspera de este día para festejar el poder del sol y ayudarle a renovar su energía.  La leyenda dice que las cenizas de la hoguera curan enfermedades. La costumbre proviene de antiguos cultos paganos que pretenden alejar los malos espíritus, pero también está relacionada con la prevención de epidemias por el poder antiséptico que posee el fuego.

EL AGUA
El agua es el segundo símbolo de San Juan. Simboliza fertilidad y pureza. Se considera que a partir de las doce de esta noche el agua es milagrosa, cura enfermedades y proporciona la felicidad.
Los ritos de las nueve olas, recoger la flor del agua o bañarse denudos en el rocío de los campos buscan efectos mágicos para encontrar pareja o tener hijos.

LA TIERRA (hierbas) 
Las hierbas son el tercer elemento mágico. Se cree que las plantas quintuplican sus propiedades curativas en esta noche y algunas, como el tomillo, el romero o la misma de San Juan se recogen para realizar remedios
Es costumbre que a partir de la medianoche se salga a los campos para recoger hierbas medicinales y luego se cuelguen en las ventanas de las casas para recibir la bendición de San Juan.
Los antiguos celtas llamaban Alban Heruin a este festival, y su principal significado era el de celebrar el instante en el que el Sol se hallaba en su máximo esplendor, cuando duraba más tiempo en el cielo y mostraba su máximo poder a los hombres, y al mismo tiempo, el día en que empezaba a decrecer en el Solsticio de Invierno.
Para conmemorar y al mismo tiempo para atraer su bendición sobre hombres, animales y campos, se encendían grandes hogueras».

También dicen que lavarse el cabello o bañarse con agua de manantial en la medianoche da suerte y aleja las malas energías. Lo cierto es que estando tan cerca el solsticio del verano estamos rodeados de la fuerte energía de los astros.

Recordemos siempre que somos uno con el universo: que su manto nos cobija y arropa y es un manto de luz y energía vital que debemos aprovechar para fundir nuestros espíritus con el alma de Gaia, la madre Tierra, poniendo a su servicio el agua y el fuego de nuestros corazones.




martes, 21 de junio de 2016

SOLSTICIO DE VERANO: UN MOMENTO DE LUZ SUPREMA



El solsticio que marca el principio del verano en el hemisferio norte ocurre hacia el 21 de junio, cuando el Sol pasa por el trópico de Cáncer, al norte del ecuador celeste, y en el hemisferio sur, el 21 de diciembre, cuando el Sol pasa por el trópico de Capricornio.

El solsticio de verano (el término solsticio proviene del latín sol ("Sol") y sistere ("permanecer quieto") ocurre durante el verano de cada hemisferio: cuando el semieje de un planeta, ya sea en el hemisferio norte o en el sur, está más inclinado hacia la estrella de su órbita. La inclinación máxima del eje de la Tierra hacia el Sol es de 23° 27'. Esto ocurre dos veces al año: momentos en que el Sol alcanza su posición más alta en el cielo, como se ve desde el polo norte o sur. (Wikipedia)

Este año, según aparece en el diario La Vanguardia, habrá una coincidencia única en 70 años cuando una espectacular luna llena ilumine el solsticio de verano.
Como se fija el momento del solsticio a las 0034 del 21 de junio en la peninsula ibérica, acá en el Caribe ocurrirá a las 6: 34 aproximadamente en el caso de Santo Domingo, o sea, que amanecemos justo con el solsticio.
El verano comienza este 21 de junio  y termina el 22 de septiembre próximo.
«Esta estación durará 93 días y 15 horas y terminará el próximo 22 de septiembre, día en el que se dará paso al otoño. El inicio de las estaciones viene dado, por convenio, por aquellos instantes en que la Tierra se encuentra en unas determinadas posiciones en su órbita alrededor del Sol. En el caso del verano, esta posición se da en el punto de la eclíptica en el que el Sol alcanza su posición más boreal.





El día en que esto sucede, el Sol alcanza su máxima declinación Norte (+23º 27’) y durante varios días su altura máxima al mediodía no cambia; a esta circunstancia se la llama también solsticio de verano. En este instante en el hemisferio sur se inicia el invierno.
En esta época del año se podrá observar en el cielo matutino a Urano, mientras que en el vespertino serán visibles Marte, Júpiter, Saturno y, desde mediados de julio, Venus.
Además, durante el verano se producirán dos eclipses. Uno, el día 1 de setiembre será anular de Sol y se podrá ver en el Atlántico, África y el océano Índico; mientras que el 16 de setiembre se producirá un eclipse penumbral de Luna visible en el Pacífico, Australia, África y Europa. Este último será visible en España.
El Observatorio Astronómico Nacional apunta que la tradicional lluvia de estrellas de las Perséidas sucederá hacia el 12 de agosto y su observación se verá dificultada en la primera parte de la noche por hallarse la Luna en fase posterior al cuarto creciente.
En este sentido, apunta que se producirán tres lunas llenas durante esta estación: 20 de julio, 18 de agosto y 16 de septiembre».
Indagando por otros medios de información, el blog Luna Tarot publica que:

El lunes 20 se despliega la segunda Luna Llena del mes de Junio. Tremenda combinación de una segunda Luna Llena en Sagitario, con el solsticio, que emerge 11 horas más tarde.

Esta coincidencia de un Solsticio con la luna llena, se produce cada treinta años. La Luna se hace en el grado 29 de Sagitario, grado de vuelta de hoja, y que está en conjunción con el Gran Centro Galáctico. Sagitario, el signo del Arquero, el que nos lleva más allá en todos los aspectos de la vida.

El Sol está en su todavía enamorada conjunción con Venus. Se está completando el ciclo Sol-Venus que se abrió en el 2012, cuando ella, pequeñita, cruzó orgullosa delante de la superficie del Gran Rey.

Esta vez, ella transita por detrás, oculta, en el Solsticio.

Solsticio significa “quietud”. El del lunes 20, es la inspiración previa a la entrada del Sol en Cáncer, pasando del inquieto movimiento geminiano, a la ternura compartida, y la cualidad amorosa, sensible y nutriente de Cáncer. Comenzamos a ver nuevas direcciones en nuestras relaciones. Los sentimientos de amor suben a la consciencia, se instalan en nuestro campo energético, y podemos, en estos días, percibir mentalmente el proceso por el cual los hemos alcanzado. Estamos aprendiendo a crear sentimientos amorosos, y a conocer el camino para activarlos.

También, estamos llegando a partes muy profundas de nuestra alma, donde medran los fantasmas, los miedos más viscerales, estimulados por la matrix. Es un período de confusión masiva, y también de dolor ante la caída de los velos. Hay una ruptura de disonancia cognitiva, y un esfuerzo, por parte de la matrix, de crearnos nuevas rutas erróneas. Mercurio en alianza con toda la configuración, está sacando trapitos al sol, desvelando verdades como por arte de magia.

Es un tiempo de confrontación de esos miedos que nos dicen que nunca podremos salir de lo que nos limita, que nunca podremos saber la verdad. Todo eso está siendo confrontado y cuestionado. Es un tiempo caótico, pero de tremenda potenciación.

Mercurio en Géminis hace de gatillo toda la configuración, aportando la comunicación entre partes destinadas a armonizarse, y expandiendo los contactos que la Gran Cruz propicia: el encuentro con los miembros de la Familia Global. Tiempo apto para dejar entrar nuevas gentes en nuestras vidas, gentes y eventos que nos ayudan, y a las que ayudamos a salir de la apatía y la parálisis. Tiempo de crear en compañía.

Las Grandes Cruces representan tensiones creativas. En estos tiempos, es necesario ser mutables, estirar nuestro Ser en muchas direcciones, comprender que vivimos en un Universo Mágico.

Todo cambia velozmente. Todo estalla en cambio, por dentro y por fuera, y nos obliga, literalmente, a elevar nuestros niveles de consciencia, a refinar, y a expandir. Estamos abriéndonos a nuevas formas de pensar, porque estamos estirando nuestra concepción de la vida.

Por ejemplo, Júpiter junto al Nodo Norte, cuadrado por Mercurio, ha abierto un portal para que muchas almas dejen el cuerpo físico, muchas almas en transición a otro estado. Pero, más allá del dolor que esto nos produce, muchos estamos percibiendo que la vida sigue del otro lado, y que los canales de comunicación con los seres queridos se están haciendo más claros. Esto es una expansión en nuestra visión de la vida y de lo que llamamos muerte.  Mercurio en cuadratura con Neptuno en Piscis, aporta el elemento místico, que nos está haciendo vibrar en compasión. También, por qué no, en compasión por los personajes oscuros que representan nuestra sombra a nivel mundial. El dolor es dolor, no importa a quién esté afectando. Marte en Escorpio, en este sentido, nos pone delante de sentimientos de venganza que teníamos ahí, guardados, intocados, y que nos conviene limpiar para no seguir alimentando la Gran Rueda de retribución kármica.

¿Cómo se celebra un ritual para el solsticio de verano? (Luna tarot blogspot)

Los solsticios de verano son considerados como acontecimientos muy importantes a nivel mágico y místico y en muchas culturas milenarias se celebran como una de las fiestas centrales, como es el caso de los celtas.
El solsticio de verano es, por definición, el día más extenso durante todo el año y por lo general se celebra entre el 20 y el 23 de junio. Los rituales de celebración del solsticio de verano suelen realizarse al aire libre, por obvias razones, pero algunas personas prefieren hacerlo en un espacio cerrado; lo importante es que se realice en un momento en que la luz del sol esté presente.
El ritual del solsticio
El solsticio de verano se da cuando el sol está directamente puesto sobre el hemisferio norte de la tierra. La naturaleza tiene un toque diferente y los místicos y practicantes de la magia aprovechan el día para hacer un homenaje a la madre tierra y a todo su poder.
Por lo general, los rituales de solsticio de verano implican fuego, plantas y elementos aromáticos que se usan con el fin de rendir homenaje al sol y a su importancia en el mundo terrenal. La hoguera que se usa en estas celebraciones, recibe el nombre de hoguera de San Juan.
Además de quemar plantas aromáticas, las personas suelen hacer danzas especiales que buscan lograr la protección y la bondad de la tierra.

Instrucciones para celebrar el ritual de solsticio de verano

Recoge plantas

 El primer paso es seleccionar hierbas secas de las que crecen durante la temporada de verano. Algunas de ellas pueden ser el romero, la lavanda y la misma hierba de San Juan. Luego pon todas las plantas secas en una bolsa y átalas usando un cordel de color rojo.

Meditación 

A medida que haces los preparativos para realizar el ritual, debes reflexionar sobre tu vida, sobre las cosas que te afligen y que quisieras cambiar; sobre el rumbo que deseas que tome tu  vida. Solicita la protección y la capacidad para hacer los cambios que necesita tu vida y pide toda la fuerza que tiene el sol.

Los colores 

Procura vestirte de tonos amarillos o rojos y selecciona flores o frutos que tengan estos mismos colores.

El altar 

Otro de los pasos importantes para celebrar el ritual, es elaborar un altar en el que pondrás las flores que has elegido, las frutas, una vela de color dorado y las plantas secas que recogiste.

Prende el fuego 

Finalmente, empieza a tirar al fuego las plantas secas, simbolizando en cada una de ellas los problemas que te agobian, las situaciones que quieres dejar en el pasado o las personas que te hacen daño de alguna forma. Cuando hayas terminado, debes poner las cenizas en la tierra, si es posible, cúbrelas por completo con ella.

Lo cierto es que con este solsticio viviremos el día más largo del año y se inicia una estación en la que ojalá haya paz y armonía entre los seres humanos. Que la luz no provenga del sol, sino de nuestras almas, tolerantes y benéficas.

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