miércoles, 30 de septiembre de 2015

ECLIPSE DE LUNA ROJA Y MIS DESEOS







Este mes que termina en el día de hoy ha sido pródigo en acontecimientos visibles y sentimientos. Quizás para concluirlo de manera espectacular es que tuvimos el eclipse de la súper luna de sangre en la noche del 27 hasta la madrugada del 28.
Como casi siempre, buscando información científica y astrológica sobre el evento podemos notar que este ha sido trascendente, sobre todo para las personas lunares, entre quienes me incluyo.
Los astros principales, la Luna y el Sol, tienen características diferentes. El sol, amarillo dorado y asociado con el calor, la luminosidad del día; la luna, blanca, fría y plateada, asociada con la quietud y la misteriosa noche. El Sol representa la fuerza, lo masculino, la energía ardorosa y arrolladora; la Luna encarna la suavidad, lo femenino, la energía apacible y constante.
La mayoría de los calendarios antiguos se basaban en la sucesión de las fases de la luna y, en algunos casos eran lunisolares. Los celtas tenían su horóscopo lunar, veneraban a diferentes diosas vinculadas a ella y celebraban sus ritos en luna llena u Oenachs, y los sacerdotes en la luna nueva.
Los calendarios Sequani y de Eleusis comparten los 55 ciclos de noche para coincidir en una de las festividades importantes: la llegada del equinoccio de otoño y con ello la necesidad de prepararse para el invierno y para la “muerte”. Este equinoccio está marcado como un hecho de gran importancia.
El equinoccio de otoño es la celebración para recibir el invierno, cuya primera fase es el matrimonio sagrado del pueblo con la tierra. El rey, como representante de la tribu, se casa con la Diosa de la Tierra y recoge su cosecha. Esto sucede en el mes del caballo, en la mitad oscura del ciclo lunar. Las constelaciones de Pegasus, Equleus y los ritos en honor a las diosas caballo (Epona y Macha) en Julio-Agosto. Luego viene una segunda fase para aceptar el invierno y el fin de la cosecha, así como el final de la propia vida. Las semillas son el símbolo del potencial de cada uno de nosotros y tenemos que aceptar la inevitabilidad de nuestra muerte. Las diosas madre celtas son las representaciones de esta celebración, en agosto-septiembre. Ya en la fase tercera se guarda el fruto del trabajo para sobrevivir al invierno.
Cuando aparece An Tarbh, acompañado de las Híades, y la luna llena pasa entre ellos, se da por terminado el festival.
Si vamos a hacer la interpretación del eclipse debemos comenzar por verlo como parte de un ciclo, una tétrada, que comenzó en el 2014 e incluye cuatro eclipses, o sea, el eclipse lunar de este domingo fue el cuarto de la llamada “luna de sangre” que inició en abril del año pasado y culminó este 28 de septiembre: cuatro eclipses lunares totales con un intervalo de aproximadamente 6 meses y sin un eclipse parcial entre ellos, una sucesión que no se presentaba desde el año 1600. 
En realidad el efecto de “luna de sangre” es común a todos los eclipses lunares, no sólo a esta tétrada. Durante el eclipse pudimos ver el borde de la Tierra con un resplandor rojizo.
El eclipse total de luna coincidió con la luna llena (como ocurre en todos los eclipses de este tipo) y en este caso con una de las llamadas “superlunas”, por la magnitud subjetiva que cobra al estar en el perigeo, que es el momento en que el satélite se encuentra más cercano a la Tierra. Este será el último eclipse de una “superluna” hasta el año 2033, por lo que hemos sido afortunados de poder verlo.
Para los astrólogos, es la Luna la regente del signo de Cáncer y asocian a ella muchos comportamientos, aspectos del carácter y rasgos de la personalidad.
Según varias fuentes, es común pedirle deseos a la luna llena, con o sin eclipse, solo que en un momento como este en que coincidieron tantos hechos insólitos, cobraba mayor trascendencia.
Pues pedí deseos a la luna, a muy corto plazo, así que podré disfrutarlos: confío en que el Universo devolverá todo el amor que se emite, las buenas energías y el sentimiento puro de las esperanzas de paz para todos los seres humanos del planeta. Esos fueron mis deseos.
Creo que estos eventos, lejos de anunciar cataclismos o sucesos apocalípticos, renuevan la conciencia de que habitamos durante nuestra vida un espacio único y pleno de hechos insólitos, particulares, que nos recuerdan la grandeza cósmica de la naturaleza que nos asiste y protege. Si, como es el caso de la luna, influye en las cosechas, las mareas, los minerales, los seres humanos… entonces, ese eclipse poderoso, que cierra la famosa tétrada de las lunas de sangre de los dos últimos años, debe traer sin dudas buenas vibras para todos. Que la luna nos sea propicia e ilumine nuestros mejores sueños, haciéndolos realidad.

martes, 29 de septiembre de 2015

DON MIGUEL DE CERVANTES Y SAAVEDRA: EL MÁS NOBLE DE LOS CABALLEROS

El Quijote de Gustave Doré

Un 29 de septiembre de 1547 nació Miguel de Cervantes y Saavedra, que el Don lo adquiriría mucho después, gracias a su talento y a esa pluma excelsa que lo hizo el padre del castellano, su más grande escritor y el fundador de la novela moderna con ese monumento literario que es El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Quiso la fortuna, el destino, o ambos al mismo tiempo, que naciera Cervantes en un día como hoy del mencionado año en Alcalá de Henares, dato que se mantuvo un tiempo en suspenso y fue objeto de comprobación e investigación pertinaz.
Sus padres se llamaron Rodrigo de Cervantes y su madre Leonor de Cortinas, viviendo de los ingresos del jefe de familia, modesto médico español.
Cuando tenía cuatro años de edad su familia se mudó a Valladolid, apremiada por su situación económica precaria, tratando de encontrar mejora en la corte y donde inició sus estudios el joven Miguel, probablemente en un colegio de jesuitas. A partir de ahí se mudaron de residencia muchas veces y siempre padeciendo miseria.
Habiéndose marchado de España e instalado en Roma, participa en la batalla de Lepanto, combate naval contra los turcos que librara la milicia de Roma y donde perdió la movilidad de su mano izquierda, a consecuencia de un disparo de arcabuz y que le valió el sobrenombre de manco de Lepanto.
Padeció la esclavitud en Argel, con su hermano Rodrigo, durante cinco años. Regresó a su país para encontrar a su familia padeciendo terribles penurias, se casó y un año después publicó su novela La Galatea. Obtuvo un puesto de comisario de abastos en la Armada Invencible y luego otro de recaudador de impuestos por el que fue a dar a la cárcel en Sevilla por quebrar el banquero donde depositaba grandes sumas de dinero. Tal pareciera que la miseria y la fatalidad fueran las constantes de su vida.
No conoció en vida la bonanza económica. Trató de escribir comedias y por coincidir en el tiempo con Lope de Vega, dueño y señor de la escena española, desistió de este empeño luego de escribir La comedia de la confusión y Tratado de Constantinopla y muerte de Selim, las cuales obtuvieron un relativo éxito. Abandonó la escritura de comedias y solo la retomó al final de su vida.
En estos años de padecimiento, de muerte de su madre y por fin, su retorno a Madrid, se supone que haya comenzado a escribir su Quijote. En 1605 fue publicada la primera parte de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, obra que tuvo un éxito literario inmediato, que no se reflejó en el aspecto económico, pues su autor continuó padeciendo estrecheces.
La publicación del Quijote dio a Cervantes la oportunidad de publicar sus otras obras: Novelas ejemplares, Viaje del Parnaso y sus Comedias y entremeses.
Enfermo y pobre, escribió  Ocho comedias y ocho entremeses nuevos nunca representados (1615), además de terminar la segunda parte del Quijote, que aparecería en el curso del mismo año bajo el título El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha.
Estaba concluyendo en 1616 su novela de aventuras y el 19 de abril recibió la extremaunción, para escribir al día siguiente la dedicatoria al conde de Lemos, la que se considera exquisita muestra de su genio y conmovedora expresión autobiográfica: «Ayer me dieron la extremaunción y hoy escribo esta; el tiempo es breve, las ansias crecen, las esperanzas menguan y, con todo esto, llevo la vida sobre el deseo que tengo de vivir...».
Así moriría luego el 23 de abril de 1616, día que se reconoce, en su honor, como Día del Libro y del Idioma.
Su novela es considerada la obra más importante de la literatura española y universal, es la más publicada y traducida después de la Biblia, según algunas referencias. Además, encabeza la lista de las cien mejores obras literarias de todos los tiempos.
¿Qué decir de sus personajes Don Quijote y Sancho Panza, más allá de los significados que tiene la obra como novela cumbre de la lengua? Que construyó con palabras el paradigma de la justicia, que la sátira de las novelas de caballería y su caballero andante, loco e ingenuo, devino en arquetipo de soñador, defensor de las causas justas e imposibles, utopía del ser humano noble y puro. Sancho, su devoto protector, el enlace entre el sueño y la realidad, la cordura amable e ignorante que sabe valorar y proteger los sueños de la maldad y los descreídos oportunistas. Siempre, sin excepción, confundo al Quijote con Cervantes, los llevo unidos en mi imagen mental y mi visión del genial escritor. Cervantes es mi Quijote.
Vale citar entonces las palabras que, según se cuentan, hubo de decirles un embajador francés que indagaba por su persona ante el censor Márques Torres, cuando este le dijo que Cervantes era "viejo, soldado, hidalgo y pobre" se asombraron de que España no lo mantuviera a costa del erario público, a lo cual dijeron:
«Si la necesidad le ha de obligar a escribir, plugue a Dios que nunca tenga abundancia, para que con sus obras, siendo él pobre, haga rico a todo el mundo».
Y fueron proféticas esas palabras, porque ese Quijote, donde la ficción y realidad se funden; en la que los principios de ese hidalgo son ante todo, el honor, la fidelidad y la defensa de los más desvalidos; apenas se distingue entre la razón y la locura, pero profundamente humana y altruista, nos ha hecho inmensamente ricos, a nuestro idioma, a nuestra literatura y a todo el que la lee, que jamás vuelve a ser quien era antes de conocer a este dulce caballero de la triste figura.

El Quijote de 23, en La Habana

miércoles, 23 de septiembre de 2015

PABLO NERUDA: LA MUERTE ES UN MISTERIO




El 23 de septiembre de 1973, solo 12 días después del ataque al Palacio de La Moneda y la muerte de Salvador Allende, presidente constitucional de Chile, moría Pablo Neruda en la clínica Santa María de Santiago de Chile. Hacía dos años que había recibido el Premio Nobel de Literatura, que le fuera otorgado en el año 1971 y un día antes de partir a México a exiliarse, donde ya lo esperaban sus amigos y el presidente de esa nación hermana.
Las circunstancias que rodearon su muerte y la versión oficial del régimen de facto de Pinochet no concordó con su certificado de defunción, donde se decía que tenía caquexia, una desnutrición extrema originada en una muy rápida baja de peso que ocasiona una debilidad que impide incluso moverse, según expresó en enero de 2015  Francisco Ugás, secretario ejecutivo del Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior chileno cuando anunció formalmente la segunda exhumación de los restos del poeta para hacer nuevos estudios y establecer la verdadera causa de la muerte, por considerar que esa no está aclarada aún.
En noviembre de 2013 un equipo de 11 expertos chilenos y extranjeros había examinado los restos y concluido que la causa de la muerte había sido el cáncer de próstata que padecía Neruda y que las pruebas toxicológicas solo habían evidenciado la existencia de sustancias que se correspondían con medicamentos para tratar esta enfermedad. El Director  del Servicio Médico Legal de Chile y líder de la investigación, Patricio Bustos, dio a conocer los resultados de la investigación con la cual, supuestamente, quedaba cerrado el caso.
Cuando se anunció la nueva investigación en el presente año, la nota del Programa de Derechos Humanos precisó que las nuevas pruebas “permitirán contrastar muestras para análisis de materias inorgánicas y/o metales pesados y, eventualmente, orgánicos no realizados, pudiendo establecer la existencia o inexistencia de algún elemento que no debería encontrarse en un tejido biológico y que pudiera ser directa o indirectamente causa de su muerte”.
Lo cierto es que su muerte sigue generando polémica y más que pensar en la causa de su partida, quiero leer y publicar esos poemas con los que crecimos, nos enamoramos y seguimos enviando mensajes de amor y de esperanza, como los que enviara Neruda cuando los escribió, desde su más temprana y talentosa juventud, o con los que vibramos como su Canto general o su Libro de las preguntas.
Pablo Neruda habita en la isla luminosa de su poesía: incansable, desbordante…eterno.
Y quiero despedirme con dos poemas: uno dedicado al entrañable poeta turco y un poema de amor.


Aquí viene Nazim Hikmet

Nazim, de las prisiones
recién salido,
me regaló su camisa bordada
con hilos de oro rojo
como su poesía.

Hilos de sangre turca
son sus versos,
fábulas verdaderas
con antigua inflexión, curvas o rectas,
como alfanjes o espadas,
sus clandestinos versos
hechos para enfrentarse
con todo el mediodía de la luz,
hoy son como las armas escondidas,
brillan bajo los pisos,
esperan en los pozos,
bajo la oscuridad impenetrable
de los ojos oscuros
de su pueblo.
De sus prisiones vino
a ser mi hermano
y recorrimos juntos
las nieves esteparias
y la noche encendida
con nuestras propias lámparas.

Aquí está su retrato
para que no se olvide su figura:

Es alto
como una torre
levantada en la paz de las praderas
y arriba
dos ventanas:
sus ojos
con la luz de Turquía.

Errantes
encontramos
la tierra firme bajo nuestros pies,
la tierra conquistada
por héroes y poetas,
las calles de Moscú, la luna llena
floreciendo en los muros,
las muchachas
que amamos,
el amor que adoramos,
la alegría,
nuestra única secta,
la esperanza total que compartimos,
y más que todo
una lucha
de pueblos
donde son una gota y otra gota,
gotas del mar humano,
sus versos y mis versos.

Pero
detrás de la alegría de Nazim
hay hechos,
hechos como maderos
o como fundaciones de edificios.

Años
de silencio y presidio.
Años
que no lograron
morder, comer, tragarse
su heroica juventud.

Me contaba
que por más de diez años
le dejaron
la luz de la bombilla eléctrica
toda la noche y hoy
olvida cada noche,
deja en la libertad
aún la luz encendida.
Su alegría
tiene raíces negras
hundidas en su patria
como flor de pantanos.
Por eso
cuando rie,
cuando ríe Nazim,
Nazim Hikmet,
no es como cuando ríes:
es más blanca su risa,
en él ríe la luna,
la estrella,
el vino,
la tierra que no muere,
todo el arroz saluda con su risa,
todo su pueblo canta por su boca.

Amiga, no te mueras


Amiga, no te mueras.
Óyeme estas palabras que me salen ardiendo,
y que nadie diría si yo no las dijera.

Amiga, no te mueras.

Yo soy el que te espera en la estrellada noche.
El que bajo el sangriento sol poniente te espera.

Miro caer los frutos en la tierra sombría.
Miro bailar las gotas del rocío en las hierbas.

En la noche al espeso perfume de las rosas,
cuando danza la ronda de las sombras inmensas.

Bajo el cielo del Sur, el que te espera cuando
el aire de la tarde como una boca besa.

Amiga, no te mueras.

Yo soy el que cortó las guirnaldas rebeldes
para el lecho selvático fragante a sol y a selva.
El que trajo en los brazos jacintos amarillos.
Y rosas desgarradas. Y amapolas sangrientas.

El que cruzó los brazos por esperarte, ahora.
El que quebró sus arcos. El que dobló sus flechas.

Yo soy el que en los labios guarda sabor de uvas.
Racimos refregados. Mordeduras bermejas.

El que te llama desde las llanuras brotadas.
Yo soy el que en la hora del amor te desea.

El aire de la tarde cimbra las ramas altas.
Ebrio, mi corazón. bajo Dios, tambalea.

El río desatado rompe a llorar y a veces
se adelgaza su voz y se hace pura y trémula.

Retumba, atardecida, la queja azul del agua.
Amiga, no te mueras!

Yo soy el que te espera en la estrellada noche,
sobre las playas áureas, sobre las rubias eras.

El que cortó jacintos para tu lecho, y rosas.
Tendido entre las hierbas yo soy el que te espera!





martes, 22 de septiembre de 2015

SALUDO PARA EL OTOÑO


"Otoño manso, yo me poseo y me inclino ante tus aguas para beber el cielo, suave fuga de árboles y abismos".
                                                                                     Salvatore Quasimodo

Hoy 23 de septiembre comienza el otoño de 2015. La estación del año más melancólica quizás. ¿Tendrá que ver con las hojas secas que arrastra el viento, con las que se van nuestras mejores alegrías o las mayores penas? Prefiero pensar que mi esperanza es el árbol fuerte, cuyas ramas quedan desnudas en el otoño para reverdecer en primavera... con ese verde inigualable de la esperanza.
Durante el año, nuestro planeta Tierra ocupa diferentes posiciones en la órbita que sigue alrededor del Sol. Así, según se encuentre más cerca o alejado del astro se suceden las estaciones. En el caso del otoño, esta posición es donde el centro del Sol, visto desde la Tierra, cruza el ecuador celeste en su movimiento aparente hacia el sur. Cuando esto sucede, la duración del día y la noche son casi iguales, y la llamamos equinoccio de otoño. Es durante el otoño que los días se acortan considerablemente. Es la estación en que los árboles pierden sus hojas y es como si el mundo se preparara para dormir el sueño del invierno.
 Este año 2015  el otoño comienza el miércoles 23 de septiembre y la estación durará 89 días y 20 horas, hasta el 22 de diciembre, día en que comenzará el invierno. Es el día que comienza la primavera en el hemisferio sur.
Son muchos los sucesos astronómicos que ocurrirán durante el otoño: lluvias de estrellas, eclipse, exaltación de planetas y algunas estrellas. Uno de los más destacados es el eclipse total de Luna  del 28 de septiembre, que será visible en Europa, África, el océano Atlántico y América.  Los planetas más visibles serán Venus, Marte y Júpiter en la mañana Saturno al comienzo de la noche. Otro hecho llamativo es que Mercurio será ocultado por el Sol en su conjunción superior del día 17 de noviembre.
La primera luna llena del otoño se dará el 28 de septiembre, dándose las siguientes 29 o 30 días después. En este otoño habrá otras dos lunas llenas: el 27 de octubre y el 25 de noviembre.
Saturno será visible al atardecer hasta mediados de noviembre. Al amanecer serán visibles Venus, Marte y Júpiter y, en diciembre, Saturno.
Ocurrirán varias lluvias de meteoros. Una importante del otoño es la de las Dracónidas, cuyo máximo se da hacia el 8 de octubre; la de las Leónidas, alrededor del 17 de noviembre y la más intensa suele ser la de las Gemínidas, cuyo máximo ritmo se da alrededor del 13 de diciembre.
En cuanto a las constelaciones, alrededor de la estrella Polar se verán a lo largo de la noche las siguientes: Cisne, Casiopea, Osa Menor y Jirafa. Las constelaciones eclípticas visibles en este período van de Capricornio a Virgo. Por encima de la eclíptica destacarán Pegaso y Andrómeda; por debajo, Ballena y Orión, así como las estrellas Sirio y Proción.
Cuando la noche sea más oscura por haber luna nueva, se puede intentar ver la galaxia de Andrómeda, nebulosas de emisión como la de Orión o el cúmulo de estrellas de las Pléyades. Con prismáticos también se pueden ver las lunas más brillantes de Júpiter (cuando es visible) y se puede hacer un recorrido por la franja estrellada que constituye la Vía Láctea.
Y he seleccionado tres poemas que mencionan el otoño para que la bienvenida sea también con poesía.
6
Te recuerdo como eras en el último otoño.
Eras la boina gris y el corazón en calma.
En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo.
Y las hojas caían en el agua de tu alma.
Apegada a mis brazos como una enredadera, 
las hojas recogían tu voz lenta y en calma. 
Hoguera de estupor en que mi sed ardía.
Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.
Siento viajar tus ojos y es distante el otoño: 
boina gris, voz de pájaro y corazón de casa 
hacia donde emigraban mis profundos anhelos 
y caían mis besos alegres como brasas.
Cielo desde un navío. Campo desde los cerros. 
Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas secas de otoño giraban en tu alma.
Pablo Neruda

OTOÑO
En llamas, en otoños incendiados, 
arde a veces mi corazón, 
puro y solo. El viento lo despierta, 
toca su centro y lo suspende 
en luz que sonríe para nadie: 
¡cuánta belleza suelta! 

Busco unas manos, 
una presencia, un cuerpo, 
lo que rompe los muros 
y hace nacer las formas embriagadas, 
un roce, un son, un giro, un ala apenas; 
busco dentro mí, 
huesos, violines intocados, 
vértebras delicadas y sombrías, 
labios que sueñan labios, 
manos que sueñan pájaros... 

Y algo que no se sabe y dice «nunca» 
cae del cielo, 
de ti, mi Dios y mi adversario.

                                                       Octavio Paz
Alma ausente

No te conoce el toro ni la higuera, 
ni caballos ni hormigas de tu casa. 
No te conoce tu recuerdo mudo 
porque te has muerto para siempre. 

No te conoce el lomo de la piedra, 
ni el raso negro donde te destrozas. 
No te conoce tu recuerdo mudo 
porque te has muerto para siempre. 

El otoño vendrá con caracolas, 
uva de niebla y montes agrupados, 
pero nadie querrá mirar tus ojos 
porque te has muerto para siempre. 

Porque te has muerto para siempre, 
como todos los muertos de la Tierra, 
como todos los muertos que se olvidan 
en un montón de perros apagados. 

No te conoce nadie. No. Pero yo te canto. 
Yo canto para luego tu perfil y tu gracia. 
La madurez insigne de tu conocimiento. 
Tu apetencia de muerte y el gusto de su boca. 

La tristeza que tuvo tu valiente alegría. 
Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace, 
un andaluz tan claro, tan rico de aventura. 
Yo canto su elegancia con palabras que gimen 
y recuerdo una brisa triste por los olivos.
Federico García Lorca


Hay un otoño

Hay un otoño
un cerrojo
una pared
un gato
cualquier día se ponen de acuerdo
y traman algo.  
Hay seres que no deben encontrarse
¿qué pudieran hacer
gato y otoño?
almas meditabundas
penas de amor
olvido
¿pared y cerrojo?
es mejor el otoño. 

                                  Raysa White Más

miércoles, 16 de septiembre de 2015

LA MASACRE DE SABRA Y SHATILA

Una madre palestina muestra la foto de sus familiares asesinados (Palestina Libre.org)

Hay masacres en la historia de la humanidad que se clavan en el alma de los pueblos y de los hombres de buena voluntad. Una de esas masacres fue la de Sabra y Shatila.
“El 16 de septiembre de 1982, en medio de la guerra civil del Líbano, la milicia falangista libanesa asesinó a miles de refugiados palestinos, en su mayoría mujeres, niños y ancianos, en los campamentos de refugiados de Sabra y Shatila en Beirut. Ambos lugares se encontraban bajo la supervisión del Ministro de Defensa israelí y comandante de la operación, Ariel Sharon”.
El cantante argentino Alberto Cortez escribió una canción homenaje. En su sitio web publicó la carta que le enviara un ciudadano para defender su canción de los ataques mezquinos que la tildaban de panfletaria.
He aquí su texto.

MÁS SOBRE SABRA Y CHATILA
He recibido esta carta con el ruego de editarla en este rubro de mi página, con el fin de sumar datos a los ya expuestos sobre la matanza de Sabra y Chatila. Por ser un documento me ha parecido justo editarlo.
Gracias.
Alberto Cortez.

Más sobre Sabra y Chatila, por José Yapor.

Querido maestro:

Luego de haber leído los comentarios de una persona no identificada y tu réplica en tu sitio de Internet, decidí revisar mis archivos y fue así que encontré una grabación de una entrevista que allá por 1982 o 1983 -no recuerdo con precisión- mantuviste con Pinky Satragno en el programa En persona, que posiblemente se emitía por ATC.
Eran mis años de adolescencia en Chivilcoy -donde nos honraste con tu presencia en más de una ocasión-, tiempo en que empezaba a descubrir tu música y tu poesía.
Creo que aquel testimonio es la mejor respuesta a tan infundada crítica. Debo decirte que la masacre de Sabra y Chatila me dolió de una manera especial, porque justamente de un lejano Líbano llegó mi abuelo a este bendito país en los primeros años del siglo XX.
Con el mismo énfasis condené los atentados contra la Embajada de Israel, la AMIA y las Torres Gemelas. Y con el mismo entusiasmo sigo pidiendo justicia por los 30.000 desaparecidos argentinos, en una nueva víspera de aquella infausta jornada del 24 de marzo de 1976.
Hoy asistimos a un nuevo capítulo de la irracionalidad y no deben cesar las voces y manifestaciones de condena en todo el mundo, ante el genocidio que se está cometiendo en Irak.
Finalmente, debo decirte que me sentí muy molesto frente a la calificación de canción panfletaria, porque el panfleto no es obra de poetas con mayúsculas como vos. Sólo puedo hacerlo quien no conoce tu repertorio ni ha profundizado en tu mensaje de paz y fraternidad como valores fundamentales del hombre de todos los tiempos.

PD: Abrí el archivo adjunto y si es posible publícalo en el sitio, que va a venir bien para aclarar mejor algunas cosas.

ENTREVISTA

Pinky: ¿Cuál fue el último motivo por el que has llorado con lágrimas, de esas que salen del alma?

Cortez: Siempre se llora por dentro, sobre todo quienes tenemos cosas por decir. El otro día contaba una anécdota que sucedió cuando en el teatro todavía no había gente. Estaba totalmente vacío. Fue en la ciudad de Sevilla, en el Teatro Lope de Vega, monumento nacional y además un teatro precioso. El día anterior había cantado por primera vez una canción sobre la matanza de Sabra y Chatila, en el Líbano. Tenía mucho temor porque el tema es muy escabroso. Hay una cosa política que siempre he tratado de evitar y puede dar motivos a malos entendidos. En consecuencia, estaba muy pendiente de lo que iba a suceder, aparte de los nervios por el estreno y todo. La cuestión es que pasó, la gente aplaudió muchísimo y al día siguiente yo me fui un rato antes al teatro, porque me gusta ir un rato antes de lo normal para meterme con la magia del teatro, el teatro normal. Me pongo a tocar el piano y a dar gritos solo, absolutamente solo con los espíritus del teatro. Y cuando estaba tocando el piano, viene un portero y me dice: «Señor Cortez, lo busca un señor afuera». «Bueno, dígale que pase», le contesté. Entonces, entró un hombre muy joven, de bigotes negros, que traía un ramo de claveles rojos en la mano. Con un acento muy claro de no ser español y, además, de ser árabe concretamente, me dice: «Cortez, ayer estuve en el teatro y yo perdí gente en Sabra y Chatila. Le traigo estos claveles para usted». Dio media vuelta y se fue. 
P.: Y vos te echaste a llorar como loco.

C.: Porque es algo mucho más allá de cualquier ideología, como dijimos alguna vez en un poema. Era la sensibilidad de una gente que había visto truncada su juventud, su niñez, frente a un hecho absolutamente deplorable. Estábamos totalmente solos en el teatro, me dio los claveles, dio media vuelta y se fue. No sé quién es ni si lo volveré a ver, pero fue como decirme: «Tomá, hiciste bien»…




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