sábado, 3 de enero de 2015

MORIR COMO CAFUNGA



¿Cuál es el origen de la frase “Morir como Cafunga"?
                                       Por Fernando Carr Parúas
Cuando alguien muere de forma extraña o violenta, de ello se dice que murió como Cafunga, dicho muy repetido, y muchos se preguntarán cómo murió el tal Cafunga.
La frase morir como Cafunga es conocida en Cuba desde hace más de un siglo, aunque antes se empleaba más que ahora, y en algunas localidades más que en otras... Algunos autores expresan que la palabra Cafunga solamente se usa como término de comparación, pues se trata de un ente imaginario a quien la leyenda hace morir horriblemente. También supónese que fue algún indio del tiempo de la conquista o un negro cimarrón.
Don Fernando Ortiz entiende que se trata de un afronegrismo el cual proviene de la voz lucumí kakanfó, título que recibía el supremo jefe de los más aguerridos guardianes del reino Yoruba.
El más conocido de los doce kakanfoes yorubas lo fue el sexto, llamado Afonya, a quien no le correspondía tal nominación, pero se le impuso al rey Aole para que lo nombrara. Más tarde, el kakanfó se rebeló, pasó a cuchillo a varios miembros de la familia real y a sus seguidores, y finalmente obligó al rey a que se suicidara envenenándose. Se dice que antes de envenenarse lanzó una maldición, que selló como irrevocable tras el rito de romper un plato: los sediciosos quedarían reducidos a esclavos y serían gobernados por las tribus esclavas y tributarias del reino.
El ejército del kakanfó Afonya saqueó el palacio, y el desorden cundió en el país. Diferentes jefes locales proclamaron la independencia de sus respectivos territorios y el caos señaló el comienzo de la decadencia del reino yoruba. El kakanfó trajo consigo a los antiguos esclavos hausas y se asoció con la tributaria raza fula, imponiéndosele a los más aguerridos yorubas que se le enfrentaron. Pero los soldados del kakanfó, los antiguos esclavos, se organizaron en bandas que arremetían contra todos, les arrebataban sus animales y cosechas, atropellaban a las gentes y ejecutaban venganzas crueles contra los partidarios de sus antiguos amos.
Entonces el hambre comenzó a sentirse. Y el kakanfó Afonya quiso reunir a todos los antiguos nobles, a quienes él había ofendido antes, para enfrentar a los ex esclavos armados; sin embargo, enterados los hausas y los fulas, se rebelaron contra su jefe y, aunque este se defendió valientemente, lo sitiaron junto a unos pocos fieles en su casa, a la cual le prendieron fuego, y al salir el kakanfó Afonya entre las llamas, fue saeteado y atravesado por las lanzas una y mil veces. Así, el reino Yoruba quedó totalmente arruinado, y dominado por los fulas y los hausas.
Pero el propio Fernando Ortiz —tiempo más tarde de haber dado a conocer esta versión del origen de la palabra Cafunga— ofreció el testimonio que le fue presentado por una persona que no cita, testimonio jurado ante notario público, en el cual aseguraba un anciano de casi noventa años —esto fue en la tercera década del siglo xx—, que él tendría unos diez años de edad cuando murió Cafunga, moreno criollo desmochador de palmiche, quien tenía alrededor de cuarenta años en 1850 o 1851, cuando cayó desde lo alto de una palma y se desnucó, frente a la finca “El Espino”, en la zona de Alicante, perteneciente al término municipal de Sancti Spíritus, muy cerca de la ciudad de igual nombre.
En realidad, unos pocos años antes de que Ortiz ofreciera ambas versiones, el académico don Manuel Martínez Moles, en su muy importante obra Vocabulario espirituano, al consignar la frase morir como Cafunga, dio a conocer una versión sobre su origen en la cual existen algunas coincidencias o situaciones parecidas con las expuestas en la referida declaración jurada.
Hasta aquí lo que se conoce sobre la infortunada muerte de Cafunga.


Publicado en Bohemia, año 87, No. 25, La Habana, 8 de diciembre de 1995.

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